Europa está plagada de pequeños pueblitos que valen la pena ser visitados. Uno de esos es Santa Pau, ubicada en la zona de la Garrocha, una de las que tiene más cantidad de volcanes en toda España.
Este pequeño pueblo, que tiene características medievales, está rodeado de 40 picos que se mantienen inactivos. Uno de sus más conocidos es el Santa Margarida, famoso por su ermita romántica y el Corscat que tiene forma de herradura.
Algunas de las excursiones que se ofrecen en el lugar es recorrer sus callecitas a pie, a caballo o en bicicleta. Para los más valientes, también se puede sobrevolar en globo aerostático. El lugar también está rodeado de frondosos bosques.
Otro de sus atractivos es el Castillo de la Baronía alrededor del cual fue surgiendo una pequeña urbe amurallada. Dentro de esa muralla, también se puede visitar la Plaza Mayor, un punto neurálgico de la vida del pueblo en su época medieval.
También hay callejones, casas de piedra, una iglesia gótica, galerías porticadas y miradores, como el Portal de la Mar, desde los que apreciar los volcanes y los valles que circundan este pueblito.
Fuente: Cadena 3
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