




Domingo de ramos y hay esperanza, aseguran en el Panal con cautela. En el gobierno de Martín Llaryora rige la expectativa por lo que pase hoy en los mercados financieros con el inicio de la Fase 3 de la economía de Javier Milei, luego de los anuncios del viernes: acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, adelanto de 12 mil millones de dólares, fin del cepo, banda de flotación del dólar, devaluación y un blindaje en divisas que va más allá del acuerdo con Kristalina Gioergieva muestran a un Milei protegido por diversos organismos internacionales.

Los cordobesistas no olvidan remarcar el apoyo que dieron al DNU 179/25 del acuerdo con el Fondo cuando los libertarios tenían los votos justos en Diputados y ahora esperan dos cosas: en lo inmediato, que baje el riesgo país para salir a los mercados con un menor costo crediticio y así cumplir con los compromisos de la deuda provincial en dólares y obtener fondeo para la obra pública que sostendrá la campaña para la reelección del sanfrancisqueño.
A mediano plazo, que se revierta la situación económica actual “para que Córdoba despegue” y el escenario social deje de ser el problemón multi impacto que es hoy para el oficialismo tanto a nivel pobreza y sus demandas, como a nivel actividad, donde golpeó fuerte la decisión de Nissan de dejar de operar en Córdoba, como a nivel marginalidad y sus consecuencias en seguridad y en el sistema penitenciario. A propósito de esto último, el gobierno puso mucha atención en tres puntos: el aumento de personas que delinquen por primera vez, la superpoblación carcelaria que hoy deriva en la ley de Emergencia penitenciaria que sancionará la Legislatura y el fenómeno del policía de brazos caídos porque “no quiere problemas” que lo lleven a la sanción o la imputación. En esta novedad habría que buscar el origen de los mimos a la Policía con discurso mimético al de Milei, que se le escuchó recientemente a Llaryora con aquello de que “los buenos son los de azul”. Como en la Rosada, en el entorno del mandatario no hablan de devaluación, aunque una disparada del dólar encarecería automáticamente los compromisos en divisas que tiene la Provincia en lo que queda del año. Por eso en silencio, sin posteos sobre el tema hasta anoche (quién rompería el silencio a horas del arribo de Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estado Unidos, un cargo equivalente al ministro de Finanzas de Donald Trump, que probablemente llegue con más fondos), Llaryora y su equipo miran el clavado desde el trampolín que hizo Milei y asumen o quieren asumir que los costos y los beneficios de la Fase 3 serán del libertario y que Córdoba en todo caso cosechará lo bueno.
“Somos una provincia donde la mayor parte de la gente no vive del Estado, vive de la actividad económica, por eso nos pega tanto el contexto que generan las políticas nacionales. Si la economía funciona, Córdoba despega rápidamente”, señaló un llaryorista paladar negro a modo de síntesis sobre las sensaciones del fin de semana.
Menos dispuestos a blanquearlo, hay preguntas e incertidumbre sobre las condiciones que haya puesto el Fondo para financiar el proyecto de Milei y la muñeca que éste tenga para pilotar en pleno año electoral, en un gobierno que en privado ven como carentes de política y más en privado le dan la previsibilidad de los Locos Adams. “Ajuste jubilatorio, apertura de importaciones sin restricciones, dólar oficial treinta por ciento más alto que el viernes, recesión como camino para planchar la inflación”, enumeró una fuente que entra a menudo al despacho principal del Panal.
Hay un tema que empieza a subir de volumen en la agenda cordobesista y es la Caja de Jubilaciones y la deuda descomunal que Anses acumuló desde antes de Milei y agigantó con Milei. Antes de los anuncios del viernes y de la Cadena Nacional, hubo un presidente de la Nación cuya imagen venía cayendo lenta pero sostenidamente en la provincia, lo que da mejor contexto que el año pasado para salir a pelearle cosas desde la Gobernación. Nadie olvida en el oficialismo la caída de unos 15 puntos que sufrió Llaryora cuando toreó abiertamente a Milei al inicio de la gestión de ambos, en el primer trimestre del 2024.
Según los números de la encuestadora Aresco que el Panal suele consumir, la imagen de Milei atravesó en marzo el piso de los 50 puntos positivos y se ubicó en 49,9% levemente por debajo de 51,4% de febrero y lejos del 58,2% de noviembre y diciembre del año pasado. La gestión de Milei también bajó la nota y aunque sigue muy alto su nivel de aprobación (53.7% en marzo), perdió tres puntos desde el 56,8% de febrero y casi diez desde nov/dic 2024, cuando estuvo en niveles del 66,6% positivo. El mismo trabajo de Aresco dice que Llaryora mejoró su imagen y la imagen de su gestión en marzo, con 54,8% positivo y 56.5% respectivamente. En febrero había estado en 53,6 en imagen y 54,8 en gestión. Con esos números y los que ayer dio Santa Fe en las elecciones de convencionales constituyentes, donde hubo un contundente triunfo de Maximiliano Pullaro, aliado del cordobesismo, Llaryora parece no resignarse a no contar con Juan Schiaretti en octubre. “Con Juan podemos pararnos fuerte en ese debate con nuestro modelo para nacionalizarlo, sin Juan peleamos 20 o 22 puntos y dos diputados”, insisten. El aludido por ahora y al menos en público, ni cabida.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE BETTINA MARENGO.







“Córdoba puede ser una potencia de energía sustentable”
