Se fue a jugar a la play y desapareció

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“No, al final no nos juntamos. La verdad, no había un motivo si no venían ni Máximo ni Axel”, reveló un importante intendente que tiene dos trabajos. No fue el único. Otro, directamente, reconoció que hace días que todo se había abortado y la juntada en el Partido de la Costa, con Martín Insaurralde, como organizador, fue postergada hasta nuevo aviso. 

El silencio (desconexión que viene mostrando el hijo de los dos presidentes, a quienes ahora también quieren impedirle la reelección para continuar como presidente del PJ antes de fin de año) choca con una de las pocas certezas que hay en el oficialismo y por lo cual el resto sabe que tiene asignado un papel secundario, salvo que algo extraordinario pase.

Axel Kicillof es el único que puede decir que tiene su casillero ocupado. Su reelección no es solo el salvataje de una derrota nacional para los seguidores de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es, también, el resultado de la lógica más potente ya que es el único que garantiza la competitividad en el principal territorio del país.

Desde las usinas del Gobierno nacional, cerca del presidente de la Nación, aún confían que Alberto Fernández podrá presentarse como candidato para un nuevo mandato. “Están todos locos. No sé qué están tomando”, disparó uno que antes estaba cerca pero que ahora se lo ve muy lejos.  

Si ese plan fracasa, sin embargo, tienen un plan B. Daniel Scioli ya le comunicó a sus amigos, y a algunos pocos que aún hablan de política con él, que tiene deseo de tener una nueva oportunidad. Su compañera de fórmula sería la siempre presta Victoria Tolosa Paz, acusada por las organizaciones sociales como una “cheta oligarca que vive en Puerto Madero”.

Mientras que Scioli sigue creyendo que el amianto que lo cubría aún lo protege, Tolosa Paz ha demostrado que no le teme discutir en la cara a cualquiera que critique o insulte al presidente. Defiende la gestión como pocos y ha cosechado muchos puntos luego de su pública discusión con Fernanda Raverta, protegida de la vice y de su hijo.

Todas las fotos son seguidas por alguna declaración o consideración en off. A la de la semana pasada entre Sergio Massa y Axel Kicillof, que luego pareció corregir el propio Axel cuando dijo que no haría muchas cosas de las que hace el ministro de Economía, el jueves, en la Ruta 5, hubo otra de alto voltaje porque los dos representan dos sectores diferentes del mismo gobierno.

Wado De Pedro, el primero en renunciar en la crisis de 2021, acompañó al ministro Gabriel Katopodis en la recorrida por el tramo que se inició en Suipacha, a pocos kilómetros de Mercedes, la ciudad donde creció el ministro del Interior.

Katopodis es el único que no es considerado K, pero es considerado por los amigos de Máximo Kirchner, aunque todos le recriminan que no es muy frecuente que atienda el teléfono con la celeridad que sus pares lo necesitan. Eso no le impide ser una persona con proyección en la totalidad de los sectores frentetodistas.

Kato habla con De Pedro con la misma forma con Massa, con quien inició el Frente Renovador hace una década. Al no querer volver a ser intendente en General San Martín, es otro que tiene pista libre para probar lo que quiera y no quedar escondido sin trascendencia. Lo ponen en la misma fila que un gobernador “nuevo” para regenerar expectativas.

Los humores suben y bajan según los días, en los mejores momentos, y en horas, si es un día normal. Peleados y sin contacto, nadie se anima a volver a excavar un túnel que conecte no sólo a Alberto con Cristina, sino a los propios gobernadores que un día se juntaron pero luego terminaron estallados.

Con información de MDZ

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