Parodi aplica la receta del Partido Cordobés para sumar peronistas a JxC

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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Gonzalo Parodi, el candidato oficial de Juntos por el Cambio, extrema sus recursos para mostrarse como la opción capaz de desbancar al peronismo del gobierno de la ciudad de Río Cuarto, en las elecciones que se realizarán el próximo año. Extremando un revaluado pragmatismo, el triunfador de las internas cambiemistas, extiende su horizonte de afinidades y tolerancias en la búsqueda de aliados para una fuerza tan amplia como heterogénea, en sintonía con tiempos en que las necesidades inmediatas pesan más que las identidades partidarias consolidadas.

Tras cerrar pactos con representaciones locales progresistas o afines, como Riocuartenses por la Ciudad, con Eduardo Scoppa a la cabeza, y el partido Respeto, el dirigente radical se apresta a consolidar un acuerdo con Encuentro Vecinal, la fuerza conservadora que a nivel provincial lidera Aurelio García Elorrio. En simultáneo, admite contactos con dirigentes peronistas de distinta raigambre que se sienten fuera del armado que impulsa el intendente Juan Manuel Llamosas para dar continuidad a ocho años de una gestión que parece en repliegue.

Apelando a la memoria emotiva de una ciudad con difusas nostalgias independentistas, en la que perviven pulsiones de resistencia a una metrópoli cordobesa ubicada a 200 kilómetros, Parodi proyecta a la alianza en formación como una representación cabal de una Río Cuarto adormilada. En sus palabras, propone un partido riocuartense para enfrentar al Partido Cordobés de Martín Llaryora.


Liderazgo
Parodi ha extendido su pesca en las aguas de un peronismo que no reflejan la calma que intenta transmitir el llamosismo. La falta de definiciones clave, como la fecha misma de los comicios, alienta la proliferación de postulantes. Algunos con reales intenciones de gobernar, otros a sólo fin de abrochar un lugar en una futura gestión, todos reconocen a Guillermo de Rivas y Adriana Nazario como “buenos candidatos”, mas no abandonan sus búsquedas.
Tres de ellos ya llevaron sus propuestas al candidato radical. Desde su entorno toman las ofrendas como muestra de desorientación en el oficialismo. “Quieren presentar como positivo que haya nueve o diez candidatos. De ninguna manera lo es. Al contrario, todos especulan porque no hay quien ejerza un liderazgo fuerte. Eso es serio porque son el partido en el poder. Son oficialismo”, enfatizan.

Tal indefinición, barruntan, se conjuga con los anuncios del gobernador para la ciudad, que incluyen desde obra pública hasta el traslado de sedes administrativas que se suman a la delegación del Centro Cívico. Toman tales decisiones como la ratificación de que el peronismo cordobés en pleno, con schiarettismo y llaryorismo en sintonía, considera clave un triunfo en la elección que cerrará el cronograma de disputas por gobiernos locales.

A tal activación del dispositivo, presuntuosamente presentado como Partido Cordobés por el propio Llaryora, Parodi espera oponer un partido representativo de las dinámicas autóctonas. “Queremos algo absolutamente riocuartense para resistir lo que viene de Córdoba. Porque allá se define todo. Después lo bajan acá, simplemente para que ejecuten. Nosotros queremos un partido riocuartense”, sintetizan desde el comando radical.

La conformación de tal fuerza, claro está, implica una apertura sin condiciones previas. Por ello, simultáneamente, mantienen contactos con nombres que paulatinamente han abdicado de sus ínfulas libertarias. Sin guiños oficiales desde el cubil central, siempre en CABA, dirigentes locales optan por el mismo pragmatismo que achacaban a la casta.

En paralelo, junto a las fotos con Paula Ponte y Andrés Casero, dirigentes de profundas convicciones religiosas y referencias de Encuentro Vecinal en Río Cuarto, Parodi también espera nuevos registros con Miriam Salvatierra, jefa de bloque del partido País, una fuerza que tiene a la problemática ambiental como bandera.

Evolución
La esperanzada construcción que ensaya el concejal, ex secretario de Desarrollo Social durante la gestión de Juan Jure, no descuida las múltiples inquietudes que atraviesan a JxC.

Algunas de ellas responden a los reacomodamientos de la alianza en el plano nacional. Las primeras iniciativas de gobierno de Milei profundizaron las grietas internas que habían emergido tras el pacto de Acassuso. Con la Coalición Cívica tomando distancia de las medidas autocráticas del presidente libertario y el PRO desgajado en funcionales y opositores, no parece sencillo fijar referencias estables.

Sin embargo, Parodi considera como un reaseguro su pertenencia a la UCR. Más precisamente a Evolución, la corriente que comanda Martín Lousteau, nuevo líder del partido, y que en Córdoba tiene como referentes a Rodrigo de Loredo, jefe de bloque en Diputados, y Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero.

De igual manera, el candidato a intendente, nacido en La Pampa, remarca que acumula el apoyo de todos los socios que conforman la versión local de JxC. Incluso de la mayor parte de aquel PRO que en Córdoba ya ha aportado dirigentes al oficialismo.

Como confirmación de avales, evoca la visita de los jefes de bloque de Juntos por el Cambio en la Legislatura provincial: Walter Nostrala, del Frente Cívico; Gregorio Hernández Maqueda, de la CC; Matías Gvozdenovich, de la UCR y su correligionaria Alejandra Ferrero, jefa del interbloque. Todos ellos hilvanaron mensajes de unidad con deseos de recuperar el control de la capital alterna.

Tal presencia supuso también una advertencia para aquellos dirigentes reacios a aceptar su derrota en las internas realizadas en septiembre. Particularmente a Gabriel Abrile, a priori favorito, quien en las últimas semanas ha dado escasas muestras de integración.

Por el contrario, su nombre ha aparecido en variadas especulaciones, que pendulan entre alianzas libertarias y fusiones con dirigentes progresistas. Es decir, por fuera de un JxC que parece cerrarle caminos.

Con informacion de Letra P.

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