La intimidad del pacto de la Libertad Avanza con el PRO, la UCR y el bloque de Miguel Pichetto

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En una acalorada jornada de negociaciones políticas en Diputados, La Libertad Avanza estrenó el pacto político que tiene con el PRO, la UCR y un sector del bloque de Miguel Pichetto. Así, el oficialismo se aseguró el dictamen para la ley ómnibus. Ya con el despacho, esperan llevar el texto al recinto el jueves o viernes de esta semana.

Lejos de la posibilidad de evitar este avance, el kirchnerismo extenderá las críticas a este proyecto este miércoles en la movilización que convocó la CGT. Unión por la Patria (UP) firmó un dictamen de rechazo, con 46 firmas, que quedó en minoría. El jefe del bloque de UP, Germán Martínez, fue el primer orador del kirchnerismo y marcó el ritmo del debate que comenzó pasadas las 21. "El corazón de este proyecto son las facultades delegadas", indicó.


También cruzó a la bancada oficialista que evitó los detalles del despacho que pusieron en consideración. “No ponen el dictamen sobre la mesa, no sabemos cuáles son los acuerdos políticos, siguen cambiando los integrantes de la comisión para buscar un poroto más, esto no es puede hacer, es irregular”, indicó.

Un rato antes habló el primer orador, Santiago Santurio (LLA). "No creemos que la política va a ser la solución, creemos que la solución son los ciudadanos. Necesitamos que el Estado nos quite el pie de encima a los argentinos, para que podamos trabajar, para que podamos emprender", comentó.


El Frente de Izquierda irá por un dictamen de rechazo distinto al del kirchnerismo. La defensora de esa iniciativa fue Myriam Bregman, que cerró su discurso con un mensaje emotivo para "las sororas", aquel grupo de diputadas feministas que en 2018 y 2020 impulsó la legalización del aborto.

"Sororas es una palabra que se construyó para hablar de la solidaridad de las mujeres. Estábamos en desacuerdo en miles de cosas, pero nos unimos en la calle y en la lucha para conquistar derechos", señaló la dirigenta trotkista. "Hoy me pregunto cómo nos van a explicar que ese 3 de junio de 2015 no podríamos estar en la calle, que ya no vamos a poder protestar cuando la violencia machista se cobre nuevas víctimas", indicó.

Siguen las dudas con retenciones y jubilaciones
"Listo, si no les gusta, no lo votan y se cae en el recinto". Esta fue la respuesta que recibieron los bloques dialoguistas cuando insistieron en la eliminación del capítulo que aumenta las retenciones de los subproductos de la soja, trigo, maíz y carne. Y a eso van. Decidieron firmar un dictamen en disidencia y apuestan a rechazar este artículo en la votación en particular.

En cuanto a las jubilaciones, la discusión sigue en el empalme entre la fórmula del gobierno de Alberto Fernández, que es un mix entre salarios y recaudación de la Anses, y la que quiere implementar el Gobierno a partir de abril, que es sobre la inflación. Como están las cosas, los jubilados se perderían un aumento de 70 puntos en los meses de enero, febrero y marzo, donde la inflación mensual será cerca del 20%. Igualmente, este punto - a diferencia del anterior - no genera tanto rechazo en la oposición colaborativa.

La trastienda del acuerdo que le dio el dictamen al Gobierno
El acuerdo comenzó a tejerse días atrás. Pero este martes la Cámara de Diputados fue la arena de negociaciones cruzadas, llamados a contrarreloj y una serie de reuniones que terminaron de fijar el pacto entre La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y el bloque de Miguel Pichetto.

Sin embargo, el debate empezó y no todo estaba cerrado. Ni bien comenzó el primero orador Santuorio, los diputados del PRO María Eugenia Vidal, Damián Arabia y Silvia Lospennato salieron del Anexo y volvieron al Palacio Legislativo para seguir puliendo la redacción del proyecto. Para las 23.40 uno de los diputados de este bloque confirmó a MDZ que "falta la letra chica".

Uno de los que más molesto quedó con la negociación de su partido fue el santafesino Luciano Laspina, enfurecido luego de que Bullrich lo desechara y optara por Carlos Melconian como su economista estrella para la campaña. 

Para las 17 ya se sabía que había acuerdo. En ese momento, Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, estaba reunido con el titular del bloque PRO, Cristian Ritondo, y con la secretaria parlamentaria, Silvia Lospenato. Allí acordaron que el partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde 2007 le iba a dar un apoyo fundamental con los 20 diputados que tiene en el plenario de comisiones.

En ese momento se conoció que la Casa Rosada, luego de una reunión entre el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y el ministro de Interior, Guillermo Francos. Allí confirmaron que iban a coparticipar el dinero recaudado por el blanqueo. La principal preocupación de los gobernadores tiene que ver con el recorte de los fondos que reciben, luego de medidas como la eliminación del impuesto a las Ganancias, que encabezó Sergio Massa en la campaña.

"El impacto de la suba del tipo de cambio sobre los servicios de intereses en moneda extranjera y la pérdida de recursos coparticipables derivada de la implementación de la Ley 27.725, que implicará una pérdida anual para las 24 jurisdicciones de $1.69 billones en base a las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso", reconoció el oficialismo en un texto con el que confirmaron este cambio.

Después pasó al despacho de Menem el titular del bloque UCR, Rodrigo De Loredo, con su hombre de confianza, Alejandro Cacace. Estos tenían una doble desafío. Además de conseguir el espaldarazo del partido centenario al gobierno libertario, necesitaban que no se rompiera su bloque. "El lunes hicieron casi un pacto de sangre para no romper y hoy están más divididos que nunca", deslizó una fuente parlamentaria a MDZ.

Esto fue a partir de un grupo de diputados radicales que responden al tándem Gerardo Morales-Facundo Manes. Este espacio, al igual que el que banca a De Loredo, tiene ocho diputados en el plenario de comisiones. Todo el martes por la tarde en el despacho del bloque del tercer piso del Palacio Legislativo corrió el fantasma de la fractura del bloque.

Finalmente, los díscolos con la conducción del cordobés, los de Manes, acordaron "no firmar el dictamen y guardarse la firma". "En el bloque hay distintas posturas, pero decidimos mantenernos juntos", se sinceró ante MDZ, una diputada de este espacio, cuando estaba a punto de ingresar al despacho de Menem.

Algo parecido a la UCR le pasó a Miguel Pichetto, un hombre que durante décadas mantuvo unido al peronismo en el Senado, pero que en su vuelta a la Cámara de Diputados no logró mantener unido su bloque Hacemos Coalición Federal. "En realidad, es una unidad administrativa más que política", dijo un hombre cercano al excompañero de Mauricio Macri para justificar la división de este espacio.

De las nueve sillas que tienen en el plenario de comisiones, cuatro señalaron que iban a firmar el dictamen del gobierno. Los otros se dividieron en otros dos despachos. Los legisladores del Partido Sociales, Mónica Fein y Esteban Paulón, se agruparon con Margarita Stolbizer en un despacho. Lo mismo hicieron los lilitos Juan López con Maximiliano Ferraro.

La marcha de la CGT se anticipa en el Congreso
La marcha y movilización de este miércoles pautada por la CGT también marcó el pulso de la jornada en Diputados. Un sector de la UCR consideró que lo mejor era esperar a que pasara esta movilización. "Si salen a la marcha con el dictamen, les damos un motivo más para reclamar y nosotros quedamos pegados al gobierno", analizó una diputada que firmó el dictamen.

Otra, en una conversación informal de pasillo, planteó: "¿Y si sesionamos el miércoles para mostrarle a Moyano qué oposición trabaja y quiénes son los que están en la calle?". Otro diputado que fue parte de Cambiemos sostuvo: "Es una locura, es el sueño de Patricia (Bullrich), pero no tiene ni pies ni cabeza".

Con información de MDZ

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