Para quienes quieren pasar sus vacaciones descansando, lejos de la movida y el ruido de las ciudades y los balnearios repletos de gente, Centinela del Mar parece ser un lugar ideal. Es una playa casi secreta, ubicada 100 kilómetros al sur de Mar del Plata y a 60 kilómetros de Miramar.
Centinela del Mar es un pueblo costero en el partido de General Alvarado, habitado por solo cuatro habitantes, que cuenta con una pulpería -llamada “Posta La Lagartija” y que funciona en lo que era la vieja usina eléctrica- y un centro cultural que lleva el mismo nombre.
La pulpería y el centro cultural son atendidos por el matrimonio formado por Patricia Velasco y Carlos Canelo, que no son originarios de Centinela del Mar y en el invierno se van del pueblo en busca de un hogar más protegido del viento y el frío. Allí hay alojamiento para quienes quieren quedarse a pasar la noche y se sirven comidas caseras.
El atractivo principal del lugar son las playas vírgenes y solitarias en las que no hay balnearios, ni baños ni gente, y prácticamente tampoco hay señal de internet. Es decir, su arena limpia es ideal para quienes pretenden desenchufarse y descansar.
La pequeña localidad además tiene una lindísima iglesia sin cura, un hotel abandonado a fines de la década del ochenta y una escuela primaria sin alumnos, llamada Alfonsina Storni. Este edificio fue remodelado por el Municipio junto a la Fundación Azara para convertirse en una estación científica, ya que cada vez más reconocidos investigadores se acercan al lugar en busca de sus reliquias paleontológicas y arquelógicas.
Centinela del Mar: un poco de historia
En el lugar se asentaron pueblos originarios hace varios miles años y desde hace ya bastante tiempo se vienen descubriendo importantes yacimientos arqueológicos y paleontológicos entre las rocas de la costa. Allí se encontraron unos 3.000 fósiles vertebrados (de 34 especies de aves, 8 de reptiles, 8 de peces y 5 anfibias) y restos humanos que pertenecerían a las poblaciones tehuelches.
En 2002 se concretó el proyecto que designó como Reserva Natural Centinela del Mar todo el corredor costero (playas, acantilados y dunas) que se encuentra entre Mar del Sud y Centinela del Mar, para conservar la riqueza biológica y proteger los yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Y, mientras los científicos se acomodaban en la vieja escuela para sus investigaciones de campo, también llegó el primer guardaparques, Alejandro Leiss.
Esta playa, con sus acantilados y dunas, es también un paraíso de la biodiversidad para la fauna y la flora autóctonas. Allí pueden verse por ejemplo las lagartijas de las dunas, que fueron declaradas Monumento Natural de la Provincia de Buenos Aires, lobos marinos, ballenas y delfines.
Cómo llegar a Centinela del Mar
A este rincón tranquilo de la costa sur bonaerense se accede desde Mar del Plata en una hora y media de viaje, por la ruta 88 y el camino provincial 033-12. También se puede llegar desde Miramar por la ruta 77 y luego la 88.
Pasando el arroyo El Pescado, a la altura de un pequeño silo de cemento que está casi llegando al partido de Lobería, se encuentra el acceso de tosca y tierra que –para tener en cuenta- cuando llueve está intrasitable.
Para viajar desde la villa balnearia Mar del Sud, que está a solamente 35 kilómetros, se debe transitar también por un camino de tierra. Junto con las vecinas Arenas Verdes y Quequén, Centinela del Mar es una de las tantas playas poco conocidas del sur de la Provincia de Buenos Aires.
En Centinela del Mar ya se construyeron algunas pocas casas de veraneo, entre las que se destaca una en un antiguo vagón de tren, reciclado y restaurado.
Con informacion de Todo Noticias.