El dilema que tendrá Mauricio Macri al frente del PRO

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Mauricio Macri consiguió el primer paso: asegurarse que será presidente del PRO y podrá, desde esa plataforma, tener un rol institucional en las negociaciones con Javier Milei. Sin embargo, después de cerrar un trabajoso acuerdo con Patricia Bullrich, ahora tendrá diferentes frentes abiertos que se volverán un dilema para posicionarse en el nuevo contexto político que fijó la llegada del libertario al poder.

Hasta ahora, el expresidente viene teniendo una relación difícil con Milei. Es un vínculo más personal que institucional. El mandatario destaca su figura, lo elogia cada vez que puede y mantienen un diálogo abierto, pero en la gestión a Macri le cuesta encontrar motivos para sentirse escuchado. Sus propuestas, sobre todo de nombres, no fueron tomadas en cuenta en la mayoría de los casos.


Esa relación se vuelve un dilema para Macri a futuro. Siendo presidente del PRO, ¿podrá negociar con Milei desde un lugar de mayor fortaleza? Y peor aún si se analiza el panorama de cara a 2025. En La Libertad Avanza ya dejan trascender que irán con candidatos propios en cada uno de los distritos. Podría haber excepciones en la Ciudad de Buenos Aires si avanza un acuerdo con el PRO. ¿Cuál será la postura de Macri si Milei toma la misma actitud para el cierre de listas que en la designación de funcionarios? ¿Tendrá el impulso para amenazar con romper?

Algunos en el PRO creen que el camino es inevitable que incluya una convergencia con LLA; otros, en cambio, pretenden lograr mantener una identidad propia, apoyando pero sin que signifique someterse a todos los planteos de Milei. En el mientras tanto, la postura del partido amarillo es clara en el acompañamiento, los problemas surgirán con las definiciones electorales. Este miércoles, Karina Milei, por ejemplo, desembarcó en Córdoba junto a Martín Menem con un objetivo en la mira: avanzar en la constitución del partido propio en esa provincia. 

¿Qué futuro le quedará al PRO en una provincia que supo ser clave en el desempeño electoral del macrismo? ¿Habrá lugar para internas con LLA para definir candidatos? ¿Y si no, tiene margen para presentarse por afuera y dividir al votante más cercano al oficialismo? ¿Hay lugar para una avenida del medio y reconstruir el ya extinto Juntos por el Cambio? Al tratarse de elecciones legislativas, las del año próximo darán lugar para definiciones y alianzas locales, donde los gobernadores también tendrán un peso importante en los cierres. El problema es que difícilmente Milei acepte ceder. ¿Qué pasará en una provincia como Mendoza, donde gobierna el radicalismo de Alfredo Cornejo, con el PRO adentro (la vice Hebe Casado, cercana a Patricia Bullrich), pero donde Milei ganó en las últimas elecciones?

Con este dilema en la cabeza es que se dio la dura negociación entre Macri y Bullrich en las últimas horas. El primero tiene una visión más cauta, de no acelerarse en las decisiones. La segunda, en cambio, ya preferiría cerrar un acuerdo e integrar las fuerzas. El esquema de poder que quedó definido anoche dejó a todos conformes. 

Es que por un lado, cerca de Bullrich destacan que la distribución de cargos quedaron en un 50 y 50 para las dos principales figuras del partido. En el macrismo, en cambio, aseguran que la relación es más 75/25. Aunque parezca contradictorio, los dos tienen una cuota de razón. En los que responden directamente a cada uno de ellos, la distribución es pareja. Sin embargo, el resto de los sectores que quedaron con representación son históricos, como Diego Santilli o María Eugenia Vidal, o responden a gobernadores o intendentes. De esos, la mayoría tiene una inclinación más cercana a Macri, y por eso cerca del expresidente se confían en que no tendrán problema para controlar los números.

No obstante, Macri tendrá otro desafío para resolver como presidente del PRO. ¿Cómo hará para interceder ante las tensiones que puedan volver a surgir entre Milei y sus gobernadores o intendentes? El antecedente de Ignacio Torres en Chubut es claro: ahí Macri no tenía un cargo formal en el partido. Ahora, si se repite una situación así, tendrá que fijar una posición y del otro lado estará Bullrich siempre alineada con el gobierno nacional y planteando un discurso de apoyar el cambio.

La ministra de Seguridad, además, quedará como presidenta de la Asamblea del PRO, órgano que tiene poca trascendencia en el día a día del partido pero que termina siendo clave en una instancia: la definición del esquema de alianzas. Macri, desde el Consejo Nacional buscará manejar las mayorías.

Quién es quién en la conducción del PRO
En esa lógica, durante el miércoles todos los sectores empezaron a buscar llevar agua para su molino mirando la planilla de cómo quedó la conformación del Consejo Nacional del PRO. En esa lógica, Macri, como presidente, tendrá la mayoría en la mesa chica. La vicepresidencia primera quedó para Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y del espacio de Jorge Macri. Se descuenta que jugará en sintonía con el exmandatario. Junto a ellos se moverá también el secretario general, el concejal de Santiago del Estero Facundo Pérez Carletti. Es un cargo que termina siendo clave en todos los partidos desde el punto de vista operativo. El cuarto en esa mesa es incondicional de Bullrich: Damián Arabia quedó como vicepresidente segundo.

En el resto de la nómina, la de los vocales, es donde empiezan las discusiones. Bullrich puede contar a cinco más como 100% propios. Son Laura Alonso, Pablo Walter, Laura Rodríguez Machado, Hebe Casado y Silvia Imas (legisladora porteña). A ellos se podrían sumar Federico Angelini, que es funcionario de Bullrich en el ministerio pero mantiene una buena relación con Macri, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien hoy está más cerca de la excandidata a presidente. Junto a Arabia totalizan 8 de un total de 21 miembros titulares del Consejo Nacional.

Del lado de Macri, están Vidal, Santilli, Fernando De Andreis, Soledad Acuña, María José Gentili y Humberto Schiavoni. Sumados a Pérez Carletti y el propio Macri, son también 8 consejeros.

Los lugares restantes fueron asignados para gobernadores e intendentes. Son 5 nombres que inclinarán la balanza y, de antemano, se supone que estarán cerca de Macri. El propio Torres está en la lista, junto a la diputada Ana Clara Romero. Rogelio Frigerio (Entre Ríos) decidió no sumarse pero aportó el nombre de Alicia Fregonese, y Jorge Macri tiene a Soledad Martínez. Entre los alcaldes, además de Valenzuela está el marplatense Guillermo Montenegro. 

Justamente, el caso de Montenegro es el que algunos ponen de ejemplo a la hora de pensar el armado de 2025. "¿Va a romper su alianza con los radicales para aliarse con los liberales que en lo local no lo dejan en paz?", analiza un dirigente partidario. Son las discusiones que se vendrán en un futuro, todavía lejano, en el nuevo PRO.

Afuera de todo pidió quedar Horacio Rodríguez Larreta, quien en algún momento se especuló con que iba a nombrar a alguien de su espacio pero el domingo se reunió con Macri y le planteó que no iba a ser parte de la conducción porque no estaba de acuerdo con el rumbo del partido. "Está en contra de entregarle el partido a Milei", dicen cerca suyo. Sin embargo, evitó romper y seguirá siendo parte del PRO, por ahora.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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