La automotriz Nissan, radicada en Córdoba, suspendió la producción durante toda esta semana, en medio de serios rumores sobre el futuro industrial de la empresa en el país.
La medida fue comunicada a los proveedores que abastecen la línea de fabricación del modelo Frontier, en la planta de la localidad de Santa Isabel, que pertenece a Renault.
En este punto, la situación industrial de la automotriz japonesa es cada vez más delicada. La información que llega desde autopartistas y el sindicato, señala que la salida fabril de Nissan en ese predio parece inevitable.
Si bien el establecimiento pertenece a la compañía francesa, donde produce los modelos Logan, Sandero y Stepway, desde hace unos años, el motor fabril estaba centrado en la inversión que realizó Nissan para montar la línea de producción de Frontier – en el marco de la alianza mundial que tenían en ese momento, pero que hoy fue disuelta – y fabricarle "a pedido" de unidades "mellizas" de Alaskan.
Desde hace unas semanas los rumores fueron in crescendo. El jueves pasado, el sitio especializado ARodarPost publicó que había tres escenarios para la salida fabril de Nissan en la Argentina.
La idea que se maneja es que se deje de fabricar la Frontier en la Argentina y que la comience a importar desde México. De esta manera, la automotriz quedaría como marca importadora, con la oferta de productos que hoy llegan desde distintos mercados, más la Frontier mexicana.
El viernes surgió una información nueva que confirma lo mencionado y pone fecha a una posible definición sobre el futuro. Delegados de SMATA recorrieron la línea de producción, donde realizaron asambleas con los operarios para informarles de la situación, según informó ese portal.
Fuentes que participaron de esos encuentros relataron que el gremio anunció que el 31 de diciembre de este año se pondrá fin al contrato que vincula a las dos empresas y marcará el levantamiento de la producción de las pickups.
Incluso, los gremialistas explicaron que la intención de la marca japonesa era terminar la producción antes, pero que el SMATA consiguió postergar la decisión.
Otras fuentes explicaron que Nissan tenía que avisarle a Renault la decisión de dejar de producir con seis meses de anticipación, más allá de que la fecha del contrato sea por más tiempo.
El clima laboral es tenso dentro de la planta. Hay personal suspendido y otros que estaban trabajando en un turno en tareas de mantenimiento. El gremio decidió el viernes iniciar una medida de fuerza con quite de colaboración, por lo que la producción está paralizada.
También se dice que la actividad durante febrero y marzo estará restringida a un programa de una semana de actividad y dos de paradas, con suspensiones rotativas de personal.
También hay malestar entre los trabajadores efectivos, debido a que muchos están suspendidos, mientras que hay contratados que están trabajando y cobrando el salario completo.
Estos últimos, según se comenta en Santa Isabel, habrían entrado a la empresa a través del sindicato y, algunos, serían familiares de los delegados. En los últimos tiempos, se fue reduciendo el personal afectado a producción a través de retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas.
El programa de retiros sigue abierto, pero se comenta que el departamento de Recursos Humanos hará una nueva propuesta en los próximos días.
En la línea de producción hay unos 180 operarios, de los cuales unos 120 están suspendidos. A éstos hay que agregarles otra cantidad de trabajadores de la automotriz que están asignados al autopartista Maxion Montich, que produce chasis para las camionetas, y está instalada en el mismo predio.
Esta compañía presentó el viernes un procedimiento preventivo de crisis. Al parecer, tiene suficiente stock producido de chasis, por lo que la actividad también sería recortada.
CON INFORMACION DE MDZOL.COM