SANTA ROSA DE CALCHINES| Condenaron a 18 años de prisión a un entrenador de fútbol de Santa Rosa de Calchines por abuso sexual infantil

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Un entrenador de fútbol de Santa Rosa de Calchines fue condenado este lunes a 18 años de prisión por abuso sexual infantil, en el marco de un juicio desarrollado en los tribunales de Santa Fe. Oscar “Cacho” Medina fue denunciado por una sobrina en 2021 y luego se sumó a los hechos otra menor de su círculo familiar.
 
La decisión fue arribada de manera unánime por los jueces Celeste Minniti, Gustavo Urdiales y Cecilia Labanca. Los hechos fueron investigados por el fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual, Roberto Olcese, acompañado por los abogados querellantes Carolina Walker Torres y Matías Pautasso.

 Medina contó con la representación del abogado defensor particular Daniel Rocca quien había reclamado la absolución de culpa y cargo, por considerar que no se habían probado los hechos denunciados.

El caso
Medina fue condenado por unanimidad a 18 años de prisión como autor de abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la guarda, por los delitos cometidos en perjuicio de su "nietastra" -hija de la pareja de su hijo-; y como autor de abuso sexual con acceso carnal calificado por la guarda en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravado por la edad, y por la guarda, por los hechos cometidos en perjuicio de su sobrina, C., quien hoy tiene 19 años y fue la primera en manifestar los abusos de Medina.

 La investigación comenzó el julio de 2021, con la denuncia de la mamá de C., luego de que la menor le contara que había sido abusada por su tío, entre los 5 y los 9 años, aproximadamente. A los pocos días, se sumó otra denuncia contra Medina; en este caso, por parte de su nuera: su hija, que entonces tenía 9 años, admitió que también era abusada por "Cacho": “Ahora somos dos, ahora me van a creer”, le dijo la pequeña.

 Las niñas fueron entrevistadas por el Equipo Local de Niñez de Santa Rosa de Calchines, y ante la psicóloga sostuvieron los abusos atribuidos a Medina. Quien más detalles brindó fue la mayor de ellas, y en el informe aportado por la psicóloga se destacó que la joven presentaba indicadores emocionales de abuso sexual infantil, destacando sentimientos de miedo, vergüenza, culpabilización, desprotección y angustia e inhibición social que se trasluce en su resistencia de salir de su casa.

En cuanto a la más pequeña, también relató los hechos ante la psicóloga del Equipo de Niñez, y la profesional marcados indicadores emocionales de abuso sexual, destacándose el miedo, vergüenza, culpabilización sentimientos de desprotección y angustia.

 Solo la mayor de ellas prestó declaración en Cámara Gesell, un mes después de radicada la denuncia. En los alegatos, la abogada querellante manifestó que “La Cámara Gesell ha sido sumamente clara y detallada. Logró dar un relato coherente y sin fisuras, dando detalles, lugares, tiempos de ocurrencia, sensaciones. La niña no ha dejado ningún lugar a dudas del horror, degradación y dolor que los hechos de abuso y corrupción provocaron en ella”.

 En cuanto a la más pequeña, no quiso volver a hablar tras su primera declaración y sostuvo que solo había hablado porque primero lo había hecho la otra joven. Sin embargo, la mamá encontró una carta en la habitación de la menor, escrita de puño y letra: “En esa carta vemos el profundo sentimiento de dolor, de soledad, de retraimiento, expresando su imposibilidad de hablar con las personas de lo que le ocurrió, sostiene haber sido violada, aunque no da detalles de los abusos, pero sí del daño emocional evidente existente en ella”, repasó Walker Torres.
 

Fuente: Aires Digital

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