¿Emisión cero o miedo a la brecha cambiaria?

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En pocos días el gobierno ha formulado una serie de correcciones en la política monetaria que generan varias interrogantes.

Empezando por las últimas declaraciones, el ministro Caputo sostuvo en un post en la red X (ex Twitter): “los pesos emitidos son por compras en el Mulc. El objetivo siempre fue secar la plaza de pesos. Lo digo desde la primera entrevista, pero bueno, todavía algunos no se convencen. La realidad probará que en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos y el peso va a ser la moneda fuerte!”

En el final del post del ministro vemos una fuerte contradicción, no solo con la promesa de Milei de dolarizar la economía, sino de su constante prédica al respecto.

Recordemos que, una vez demostrado que no tenía disponibles los US$ 10.000 millones que juró tener el visto bueno en su celular de uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, por el cual le aseguraban que le prestaban ese dinero para dolarizar, dio varias vueltas en su camino a la dolarización hasta que llegó a su última versión de dolarización, según la cual, al no emitirse más pesos, ante el aumento de la demanda de moneda, la gente iba a tener que sacar debajo del colchón los dólares y de esa forma se iba a la dolarización endógena.

Resulta que ahora Caputo sostiene que el peso va a ser la moneda fuerte. Así, pasamos de la propuesta de ponerle una bomba al Banco Central porque el peso es excremento que no sirve ni para abono (Milei dixit), a tener como objetivo hacer fuerte el peso.

También en las últimas horas dijo Caputo que la gente va a tener que vender sus dólares para pagar los impuestos. Esto se explica solo si a la gente no le alcanzan los ingresos en pesos para hacer frente a todos sus pagos, por lo tanto, va a tener que desahorrar porque el ingreso real le va a caer a tal punto que la plata de sus ingresos no le alcanzarán para pagar los impuestos.

Pero antes de estas confusas declaraciones en las que Milei dice que quiere dolarizar y el ministro quiere que el peso sea la moneda fuerte, tenemos la decisión de la emisión cero que anunció el gobierno el fin de semana pasado.

En efecto, el BCRA puede emitir moneda por diferentes conceptos. A saber: 1) para financiar el déficit fiscal, 2) para intervenir en el mercado de cambios, 3) para financiar a los bancos en caso de una corrida financiera y 4) por los intereses que devengaban los pasivos remunerados.

El gobierno cerró la canilla fiscal, aumentando impuestos, licuando gastos y postergando pagos. También está cerrando la canilla de los pasivos remunerados y le quedaba abierta la del sector externo.

¿Por qué le queda abierta la canilla del sector externo? Porque como sigue vigente el control de cambios por el cual los exportadores tienen la obligación de venderle al BCRA sus dólares cuando los cobran, el BCRA le compra esos dólares emitiendo pesos.

Lo que anunciaron el fin de semana pasada, tanto Caputo como Milei, es que la emisión monetaria que haga el BCRA para comprarle los dólares a los exportadores, será absorbida por el BCRA vendiendo dólares en el mercado de CCL. Así, entrega dólares en el CCL y recibe pesos que retira de circulación y la cantidad de pesos pasará a ser constante.

El primer problema surge porque el gobierno no elimina el control de cambios. Es que el BCRA tiene que emitir pesos para comprarle los dólares al exportador porque obliga al exportador a vendérselos bajo la ley penal cambiaria.

Con un simple decreto, ni siquiera hace falta un decreto de necesidad y urgencia, el gobierno podría eliminar la obligación de los exportadores de venderle sus dólares a los exportadores y automáticamente se termina la emisión por la compra de dólares por el sector externo.

Si el gobierno no quiere liberar el mercado de cambios por miedo a que se dispare, quiere decir que reconoce que este tipo de cambio oficial no es un tipo de cambio de equilibrio. En otras palabras, a este precio del dólar la demanda no está abastecida. Hay demanda de dólares insatisfecha a este tipo de cambio oficial. Por lo tanto, prefiere seguir manteniendo el atraso cambiario sabiendo que cada vez será más difícil salir del control de cambios y del cepo.

Otra razón por la cual el gobierno no quiere levantar el control de cambios es que automáticamente desaparecería el impuesto PAIS, impuesto que hoy le aporta el 13% de los ingresos tributarios al tesoro.

Analizando los datos fiscales del primer semestre y excluyendo el impuesto PAIS, en tres meses hubiese habido déficit fiscal sin el impuesto PAIS.

Pero hay otro dato que no es menor. El control de cambio ataca del derecho de propiedad dado que obliga al que produce algo para exportar a entregarle al BCRA sus dólares.

Si un productor exporta soja y se la vende a Hans en Alemania y Hans le paga con dólares, los dólares son del exportador dado que entregó SU soja a cambio de los dólares.

Lo curioso es que, un gobierno que se dice libertario, obliga al exportador a venderle sus dólares al BCRA a un tipo de cambio menor al de mercado, con lo cual la confisca el 50% de sus ingresos que es la brecha cambiaria.

De esta manera que ya están violando el punto 1 del Pacto de Mayo en el cual se dice que la propiedad es inviolable.

Queda un punto más a considerar. En realidad, no es que el BCRA va a tener disponible todos los dólares de las exportaciones para intervenir en el CCL. Eso es falso. Lo que le queda libre al BCRA son los dólares de las exportaciones menos los pagos por importaciones, pagos de fletes, seguros, intereses y demás rubros de egresos. Es decir, le queda lo que se conoce como la cuenta corriente del balance de pagos para vender en el CCL y ese número no es tan importante.

De acuerdo al saldo de cuenta corriente del balance de pagos del primer trimestre, al BCRA le quedaron US$ 4 millones diarios para intervenir en el CCL. Literalmente nada.

Y tampoco el BCRA tiene stocks de reservas para vender en el CCL, salvo que eche mano a los depósitos de la gente en dólares en los bancos.

En síntesis, todo parece indicar que la reacción del gobierno del sábado de la semana pasada poco tiene que ver con la emisión cero y mucho con el miedo que le causo el aumento de los dólares libres y de la brecha cambiaria que crearon expectativas de devaluación.

Ante ese escenario, el anarcocapitalismo que pregona Milei quedó de lado y surgió el intervencionismo tradicional que hundió a la economía argentina.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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