Los manotazos de Toto Caputo

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Toto Caputo lanzó en el último tiempo una sucesión de manotazos de ahogado. Sabe que la temporada alta de dólares pasó, que el segundo semestre ya está mostrando sus complicaciones y que esperar a que Donald Trump juegue a favor de la Argentina no es opción: en el mejor de los escenarios, eso recién podría ocurrir dentro unos cuantos meses.

Tres movimientos mostraron al ministro de Economía al borde de la desesperación:
 
El anuncio de la compra por parte del Tesoro de unos 1.500 millones de dólares al BCRA para pagar los intereses de Bonares y Globales en enero.
El tuit sobre la venta de dólares para el pago de impuestos.
La negociación de un REPO de bancos internacionales para pagar más vencimientos en enero 2025.

Toto Caputo ataja los cuestionamientos
Caputo sale a atajar los cuestionamientos del mercado por la falta de dólares -generar tranquilidad de que habrá para pagar las obligaciones-. Por otro lado, apela a la confianza de las empresas y de la gente para que se queden en pesos y evitar que los actores sigan volcando su liquidez sobre los canales dolarizados. Por eso, es difícil de creer que al Gobierno no le preocupe la brecha cambiaria ni que el agro, el sector que aporta el 70% de las divisas oficiales, tenga stock retenido de liquidación.
Del peso que no vale “ni excremento”, al peso como piedra. El jefe de Economía planteó que la moneda nacional va a ser tan demandada, que la población venderá dólares para pagar impuestos.


La frase recordó a la que en 1981 hizo célebre a su antecesor Lorenzo Sigaut: “El que apuesta al dólar, ¡pierde!”. El propósito era desalentar las maniobras especulativas, pero quedó en la Historia como un ejemplo de la poca confiabilidad de las declaraciones de los gobernantes. Pocos días después, Sigaut devaluó la moneda un 30%. Quienes habían comprado dólares, en lugar de perder dinero, obtuvieron grandes ganancias.
Cortocircuitos con Santiago Bausili
Por otro lado, esta semana debutaron las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), los instrumentos del Tesoro que reemplazan a los pasivos remunerados del BCRA y deberían terminar de absorber la recompra de puts. La fase de emisión cero está, finalmente, en marcha. El mercado seguirá con atención la decisión que tome la entidad que preside Santiago Bausili en cuanto a las tasas: mantenerlas o subirlas.

El nuevo debate que circula por la plaza porteña es el tema de las reservas de oro. El titular del Palacio de Hacienda confirmó que se realizaron giros con el objetivo de realizar una estrategia financiera de mayores rendimientos.

El BCRA, en cambio, hace oídos sordos y responde de forma institucional. En la City, muchos lo leen como el primer cortocircuito en el tándem Caputo-Bausili. Fuentes del mercado consultadas por Letra P aseguran que podría ser una veta en la que el titular de la autoridad monetaria podría reclamar su autonomía, la misma que la carta orgánica le confiere.

El mercado, esa es la cuestión
El concepto “el mercado” a veces parece un tanto abstracto, pero se refiere a quienes mueven los mayores flujos de dinero que pueden afectar las cotizaciones de los distintos activos en los que las personas humanas y jurídicas invierten ahorros.

Por eso, los movimientos de esta semana estarán marcados, casi como siempre pero especialmente, en la confianza sobre el eslogan del titular de Economía. En un momento estacionalmente vendedor, con pocas reservas en el Central, sin estar en época de cosecha y ante cambios en el programa monetario, las dudas están puestas sobre la sostenibilidad de las microdevaluaciones diarias del BCRA, del 2% mensual, lo que puede afectar cotizaciones de dólar.

Las intervenciones también serán motivo de evaluación de los mercados, que, para saber cuánto se movió la mano ya no tan invisible de Caputo, miran los volúmenes de compra y venta en los bonos soberanos de la deuda.

Los riesgos autoinfligidos
Las nuevas LEFI suspendieron la operatoria de los pasivos remunerados y, ahora, cambia la ventanilla de quién paga: el Tesoro deberá hacer el doble esfuerzo para tener superávit fiscal y, a la vez, pagar el instrumento (el cupón flotante ligado a la tasa de interés de referencia) para que los ahorristas tengan todos los meses sus rendimientos de plazos fijos.

Así, asume un nuevo riesgo: si bien el pago a los bancos estaría asegurado por el BCRA, sobreexigir las cuentas públicas puede llevar al punto de no alcanzar todos los meses el superávit fiscal deseado y regente de la política libertaria. Un mes de malas noticias puede cambiar las expectativas de los mercados.

Aún no se sabe cuánto de los Pases migrará de lleno a manos del Ministerio de Economía; se espera que el Central revele ese dato en la apertura de los mercados de este martes. Romano Group calcula que el Tesoro deberá afrontar un interés extra mensual de alrededor de 370.000 millones de pesos.

En tanto, todos los actores de la plaza porteña coinciden en que el Gobierno deberá, eventualmente, tomar medidas sobre la Tasa de Política Monetaria. Ahora, con las LEFI en manos de los bancos, se entiende que en las licitaciones deberían subir los rendimientos por una cuestión tributaria: las nuevas LEFI no pagan el impuesto a los Ingresos Brutos. La consultora 1816 aseguró que serían unos 300 puntos básicos. Hoy está en 40% nominal anual, lo que representa un rendimiento del 3,3% mensual, aún negativa contra la inflación, en 4,6%.

En la actualidad, los principales bancos comerciales del sistema financiero ofrecen tasas de entre el 31% y el 35% para los plazos fijos.

La situación del oro necesitará precisiones. Qué operaciones se hicieron, cuántos lingotes están en el exterior, cuál es la ventaja de realizar tales maniobras. La cuestión en sí reviste polémica y tiene sus riesgos. ¿Será que, en época de escasez de dólares, Caputo lo usará de garantía para un nuevo préstamo en el Banco de Basilea?

CON INFORMACION DE LETRA P.

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