Axel Kicillof está ante una de las decisiones más difíciles desde que asumió la responsabilidad de gobernar la provincia más grande del país: bajar sus banderas y adherir al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), símbolo del modelo político y económico de Javier Milei, o perder la inversión más importante de la historia de la provincia de Buenos Aires.
Como sea, va a pagar costos políticos. Salvo que tenga un as bajo la manga que le permita quedarse con la planta de Gas Natural Licuado (GNL) que le disputa Río Negro sin suscribir a la norma nacional, algo que hasta el momento parece improbable.
Una derrota de Kicillof, ya sea porque deba ceder y adherir al RIGI o porque pierda la inversión, sería al mismo tiempo un triunfo de Milei en la primera batalla de peso ante quien eligió como su principal adversario político. El gobernador y el Presidente son los enemigos mutuamente elegidos. Polos opuestos en sus concepciones políticas, ideológicas y económicas. Si el gobernador logra lo (casi) imposible, sumará una cucarda invaluable.
YPF presiona y Weretilneck avanza
“Si Kicillof no adhiere al RIGI tiene el 80 por ciento del partido perdido”, le dice a Letra P una fuente de YPF consultada sobre las chances del gobernador bonaerense de quedarse con la megainversión sin abrazarse a la normativa económica del Presidente. La petrolera negó en las últimas horas una reunión “secreta” con el gobernador.
El premio que se disputan Buenos Aires y Río Negro es gigantesco. La planta de licuefacción sería la mayor obra de infraestructura no sólo de la provincia, sino del país, con una inversión de unos 40 mil millones de dólares entre 2025 y 2031 y una proyección de exportaciones de energía de 30 mil millones de dólares al año. Además, crearía más de 16 mil puestos de trabajo directos e indirectos.
El mega proyecto tenía avanzada su instalación en la ciudad del sur bonaerense. Sin embargo, el proyecto se convirtió en una batalla política por la posibilidad de que se mude a Río Negro, desde donde el gobernador Alberto Weretilneck hace un fuerte lobby: ya adhirió al RIGI, cedió ante cada requerimiento y logró el apoyo del gobernador neuquino Rolando Figueroa, entre otros.
Un dirigente bonaerense que participa de las discusiones fue categórico y pragmático ante Letra P: “Estoy dispuesto a tragar mierda si es necesario para que la planta se quede en Bahía Blanca”.
A eso se suma la postura del propio Milei, quien ya dijo que la planta se iría a la provincia patagónica porque en Buenos Aires está “el comunista” Kicillof.
“Está claro que están apretando a Kicillof porque son unos extorsionadores”, se despachó el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis.
Federico Susbielles ya cedió
El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, necesita como el agua que la planta se radique en su distrito. El martes estuvo reunido con el gobernador en La Plata. Menos de 48 horas después dijo que “tiene lógica” que la empresa pida la adhesión al RIGI y afirmó: “El gobernador dijo que si la locación es Bahía Blanca, va a hacer todos los esfuerzos y la Legislatura va a trabajar en la adhesión”. El viernes anunció que el municipio va a adherir a la norma.
Axel Kicillof resiste ¿tiene un as bajo la manga?
El gobernador sigue buscando una salida que le permita retener la inversión sin bajar sus banderas. Doce días atrás, encabezó una conferencia de prensa en la que anunció que ese mismo día enviaría un proyecto propio para grandes inversiones a la Legislatura. Nunca sucedió y nadie cuenta en el oficialismo cuáles son los términos de la iniciativa rotulada Régimen Provincial de Fomento de Inversiones Estratégicas.
Este jueves, el gobernador juntó a la vicegobernadora Verónica Magario; la presidenta del bloque UP en el Senado, Teresa García, y su par de diputados, Facundo Tignanelli. Fue para abordar cuestiones del proyecto de la planta de GNL relacionadas con lo legislativo. Llamó la atención que a la salida del encuentro, en diálogo con la prensa Tignanelli y García dijeron que no se habló del RIGI bonaerense.
Cerca de Kicillof insisten en que falta que YPF aporte detalles técnicos del proyecto para poder avanzar y niegan rotundamente que la iniciativa legislativa bonaerense haya naufragado. No obstante, diversas fuentes al tanto de las negociaciones comienzan a especular con que en el proyecto del gobernador termine apareciendo un artículo que adhiera a la normativa nacional.
Otra opción que tiene el gobernador es que la Legislatura trate la adhesión al RIGI vía el proyecto presentado por La Libertad Avanza (LLA) o el de algún otro bloque. Sería allanar el camino a la oposición e intentar compartir responsabilidades futuras.
Sin nada de lo anterior, ¿tiene el gobernador un as bajo la manga para convencer a las firmas petroleras de que elija Bahía Blanca para instalar la planta de GNL? Buenos Aires tiene algunas ventajas comparativas respecto de Río Negro, pero parecieran no ser suficientes frente a los enormes beneficios que otorga el régimen de incentivo libertario.
La explicación de Carlos Bianco
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, insiste con que “el RIGI nacional está vigente ya en la provincia”. Este sábado, en declaraciones radiales dijo que “se trató de instalar que si la Provincia no adhiere al régimen no está vigente. En rigor, el gobierno nacional lo tiene que reglamentar. En cuanto lo haga, va a estar vigente en todas las provincias. Por eso el gobernador va a presentar uno que regule los beneficios provinciales, o sea que es complementario al nacional”.
Y se metió directamente en la compulsa con la provincia patagónica: “Que Río Negro adhiera al RIGI no implica ningún incentivo provincial, es una adhesión de forma. Lo único que establece es estabilidad fiscal en consonancia con los impuestos nacionales respecto de los provinciales. Eso es algo que va a incluir el que estamos trabajando en la provincia de Buenos Aires”.
Tribus en escena
Tras la reunión con el gobernador antes mencionada, fuentes legislativas informaron sobre una convocatoria a autoridades de bloques para viajar el próximo miércoles al distrito del sur y recorrer la zona del puerto donde desde hace años está prevista la instalación de la planta. Luego, se pediría una reunión con el ceo de YPF. A las pocas horas del anuncio hecho por fuentes del oficialismo legislativo, la oposición hizo saber que rechazaría la invitación.
Al convocarlos, Kicillof incorpora directamente a la negociación a dos espadas de Cristina Fernández de Kirchner (García y Tignanelli) y a las distintas tribus peronistas que conviven en Unión por la Patria, entre ellas al Frente Renovador de Sergio Massa que, junto con su socia La Cámpora, tienen amplia representación en las cámaras. Fuentes del gabinete sostienen que el gobernador viene dialogando sobre la estrategia a seguir con todas las tribus peronistas.
Con todo, el massimo entró en juego por sí mismo. Alzó la voz a través del extitular de ENARSA Agustín Gérez, quien cruzó fuerte al senador radical Maximiliano Abad. Llamaron la atención en el contexto de una delicada negociación las fuertes críticas que esgrimió hacia el RIGI nacional, al que, tal vez, el gobernador bonaerense deba adherir. Socializar la derrota -o un triunfo- será por demás complejo.
CON INFORMACION DE LETRA P.