El conflicto docente ya arrastra dos meses, y no hay aún ninguna señal concreta de que esté llegando a su fin. En lo que va del año, la UEPC ya ha llevado adelante ocho paros, lo que da una idea de la dureza con que vienen dándose las negociaciones entre el gremio y el Centro Cívico desde que arrancó el año.
La retracción del Gobierno Nacional, anulando partidas que directa e indirectamente incidían en el salario docente, como el FONID, el desfinanciamiento de la Caja de Jubilaciones o la eliminación del Fondo Compensador del Interior (Transporte), ha dejado caer todo su peso sobre una recaudación provincial que sigue en caída, en buena medida, por el rumbo económico decidido por la Casa Rosada, que en su afán de contener la inflación ha profundizado la recesión.
Además, la paritaria que nuclea a más del 60 por ciento de los agentes activos del Estado Provincial se ve dificultada por otros factores. La conducción provincial de la UEPC está cada vez más condicionada por una oposición que plantea una posición harto más confrontativa con el Centro Cívico, y que viene de ganar las dos principales delegaciones de Córdoba –Capital y Río Cuarto- en las últimas elecciones, pero también crece en los demás departamentos.
Para peor de males, este cóctel se complementa con un Gobierno Provincial que se ha comprometido a no paralizar la obra pública, para sostener la impronta de la gestión de Juan Schiaretti y marcar diferencias con el Gobierno Nacional, y una oposición que empieza a ver en el reclamo docente la oportunidad de maximizar el costo político que paga el Panal por mantener abierto el conflicto.
En ese marco, la expectativa de la UEPC por la oferta que hoy recibirá del Centro Cívico es grande. Y hay diferencias entre las condiciones que parecen vislumbrarse como clave para la conducción provincial del gremio y los representantes de la oposición interna.
En la movilización del pasado martes, Roberto Cristalli, secretario general del sindicato a nivel provincial, pareció señalar la línea de base de las expectativas docentes para avanzar hacia un acuerdo.
Al tomar la palabra en las inmediaciones del Centro Cívico, el titular de la UEPC advirtió que esperan que los reajustes mensuales vuelvan a guiarse por el IPC, como lo había establecido la oferta previa, que se elimine el diferimiento en el pago a los jubilados, y que no se descuenten los días de paro.
Los reclamos de la delegación Capital y de los delegados independientes que se alinean con su posición es conseguir que el cargo testigo, el maestro docente de grado, supere la línea de la pobreza, y que esto no implique, además, un achatamiento de la pirámide salarial.
Es, debe decirse, una expectativa que difícil cumplimiento, que la Provincia califica lisa y llanamente como “imposible”, cuanto menos, en el corto o medio plazo.
Hasta el momento, la provincia se ha mostrado inflexible en dos aspectos: retrotraer la negociación a los meses de junio y julio, períodos por los cuáles otorgó un aumento por decreto, y el no descuento de los dos días de paro llevados adelante por la UEPC la semana pasada.
No obstante, en anteriores acuerdos ha habido antecedentes en los que el Centro Cívico accedió a no descontar los días de huelga.
Una vez conocida la propuesta del Centro Cívico la Junta Ejecutiva de UEPC la analizará, primero, en un plenario de secretarios generales con los titulares de cada departamento, y luego convocará a un esquema de asambleas escolares y departamentales, donde se cocinará el rechazo o la aceptación que luego formalice la asamblea provincial.
En ese camino, también se conocerá la temperatura que hay entre las bases del gremio, y el nivel de las tensiones que atraviesan la relación entre el oficialismo y la oposición de UEPC.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.