¿Y si Milei no firme los avales para créditos internacionales que gestionó Llaryora?

El gobernador Martín Llaryora está obligado a realizar un delicado equilibrio en el Congreso de la Nación para evitar enfrentamientos con la administración del presidente Javier Milei. La mayoría de los análisis refieren la situación de la Caja de Jubilaciones de la provincia y la enorme deuda de la Nación, que es de unos 450 mil millones de pesos, que se acrecientan mensualmente porque este año, por ejemplo, el Anses no envió un peso.

Sin embargo, la cuestión de la Caja no es la única causa, si bien tiene un enorme peso en las finanzas. Hay otro tema que preocupa muchísimo a las autoridades cordobesas y son los avales que tiene que firmar Milei por deuda contraída por Llaryora en el exterior.

Esto se explica así: Córdoba fue a Nación a pedir encarecidamente una solución a la deuda por la Caja de Jubilaciones. La respuesta de Casa Rosada fue contundente: “No tenemos una moneda (el equivalente al “no hay plata” de Milei), pero sí algunas ideas para que salgan de atolladero y puedan, entre otras cosas, hacer obra pública”.

En ese sentido, allegados a Milei ampliaron: “Vayan al exterior y tomen créditos para realizar diferentes obras y darle un determinado destino. Les van a pedir, entre otras cosas, la autorización de las autoridades nacionales. Nosotros se las damos sin ponerles ninguna traba y así empiezan a salir del paso”.

En el Centro Cívico se abrazaron a esa alternativa, pero un préstamo internacional no se consigue de un día para el otro y lograr que ingrese el dinero no es como ir a pedir 10 mil pesos de una cuenta propia a un cajero automático. Hay protocolos muy estrictos que deben cumplirse rigurosamente y las autorizaciones de los gobiernos nacionales de quién solicita el préstamo se van dando en forma paulatina y a medida que se acompañan con documentación.

En ese estado de cosas, Llaryora y su equipo temen que si se salen de la ruta, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo convenza al presidente para no firmar las autorizaciones de esos créditos. Hasta el momento, no hay precisión exacta de los montos pero en El Panal admiten que se trata “de plata importante que sirve para iniciar un plan fuerte de obra pública”.

Ese es el otro gran tema que pone en aprietos a la administración justicialista. Hay que recordar que, además de Estados Unidos, Llaryora realizó dos viajes a los Emiratos Árabes y también a Londres con este objetivo. Si bien lo mantuvo con un perfil relativamente bajo, en su entorno y en Nación indican que tuvo buenos resultados.

La gran repartija
Por eso, la semana pasada en la Cámara de Diputados, el peronismo de Córdoba tuvo una actitud, si se quiere, dual. Carlos Gutiérrez, Alejandra Torres e Ignacio García Aresca  no estuvieron presentes en la caliente sesión durante la cual se rechazó el DNU que autorizaba a gastar 100 mil millones de pesos a la remozada Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) que controla sin cargo Santiago Caputo.

Torres y Gutiérrez estaban en la Cámara pero no bajaron al recinto, mientras que García Aresca (el único llaryorista puro) se encuentra de vacaciones en Brasil, aunque el día de la sesión dicen que estuvo a full con su teléfono operando a favor del equilibrio del gobernador. Mientras tanto, los otros dos diputados del oficialismo cordobés estuvieron en la sesión, pero votaron en contra: Natalia de la Sota y Juan Brugge. De este modo, se cristalizó una virtual paridad.

“De todas maneras, no sé para qué se hizo semejante lío si el Gobierno autorizó 100 mil millones en el DNU y antes de que pidiera que lo aprobara el Congreso se gastaron 80 mil millones en tres semanas. La verdad es que deberían dar una explicación por eso”, bramó un legislador de la oposición con tonada cordobesa.

Fuentes políticas cordobesas advirtieron que allegados al gobierno provincial operaron para que algunos legisladores no dieran quórum, aunque a medida que se acercó la hora de la sesión, pusieron el freno y dejaron de arengar o de sugerir a diputados que evitaran estar en el plenario de la Cámara baja.

El resultado no favoreció a Milei y allí recibió uno de los tantos golpes que sufrió en la semana que pasó. Es que, además, en el Senado aprobaron la reforma jubilatoria y el presidenta ya dijo que vetará.

¿Cómo votó la única senadora del cordobesismo, Alejandra Vigo? No lo hizo porque no fue ya que se encontraba en un viaje oficial por los Estados Unidos, junto al exgobernador Juan Schiaretti, entre otros legisladores y funcionarios políticos de diferentes partidos que convirtieron a la delegación criolla en un variopinto muestrario de la política argentina.

La Caja desfondada
La Caja de Jubilaciones ya es un problema endémico de Córdoba, porque a los incumplimientos y demoras de las administraciones kirchneristas se suma ahora la falta de pago y el destrato de La Libertad Avanza.

La Cámara alta aprobó una ley que pone al Estado nacional en una situación incómoda y que convalida un aumento en los haberes de los jubilados, lo que llevó al presidente a considerar “degenerados fiscales” a los que votaron, tras indicar que vetará la ley.

En esa sesión, los representantes del PRO votaron con la mayoría, pero Mauricio Macri después tomó distancia y apoyó el veto presidencial. En un reportaje a un medio porteño, Mili dijo que el expresidente “no controla a su tropa”, lo que volvió a poner al PRO en estado de ebullición.

A Córdoba la sanción de esa ley le viene como anillo al dedo porque si bien beneficia a los pasivos nacionales, obliga al poder central a pagarle las deudas a las cajas provinciales en seis meses. En caso contrario, deberá actuar la Corte. Aparte, la oposición en ambas cámaras insiste con esta ley para lo cual necesita los dos tercios que dice tener. En tal caso, Milei volverá a visitar la lona, por más que vocifere que lo quieren desestabilizar.

Fuente: Perfil, sobre una nota de Eduardo Bocco