Quinteros resiste y resguarda a Gutiérrez

Este miércoles en la Unicameral, lugar que se ha convertido en espacio de contención para la oposición, se encendieron las bancas para alzar la voz de denuncia en contra de la fuerza policial cordobesa, describiéndola como organismo de corrupción estructural.

La legisladora Alejandra Ferrero de la Unión Cívica Radical llevó al recinto un proyecto en el que se solicitaba la renuncia del ministro de seguridad Juan Pablo Quinteros, y de toda la cúpula policial, luego de conocerse la acusación del comisario general Alejandro Mercado, quien ejercía la función de subjefe de la fuerza,  por presunto encubrimiento agravado en calidad de funcionario público, junto con otros dos comisarios involucrados en el escándalo.  

Por supuesto no faltó la voz de los ex socios políticos de Quinteros: el Frente Cívico. Walter Nostrala, jefe de la bancada en la Legislatura dijo en “X”: “El gobernador eligió un pésimo equipo, un Ministro de Seguridad que lo único que hizo fue sacarse fotos e intentar comprar autos con sobreprecios”, sumando a la lista la denuncia del juecismo hace algunos meses atrás.

El cimbronazo que generó el nuevo escándalo policial activó a la oposición para ir en contra de la institución y tomar la coartada para avanzar nuevamente en contra de Quinteros.  La jornada del jueves fue maratónica para el oficialismo quien salió a dar respuesta y fijar posición sobre la crisis que atraviesan.

La fuerza policial, integrada por más de veintidós mil efectivos, es una caja de pandora. El ministro Quinteros, tras conocer la imputación, dio la orden de apartar automáticamente a Mercado y a los comisarios. El responsable a cargo de la cartera de seguridad fue quien al momento de asumir mencionó la importancia de preservar la institución policial y depurar la fuerza.

El nuevo escándalo policial impacta en la gestión de Martín Llaryora, quien tomó al eje seguridad como punto central para su primer año de gobierno. En el acto de asunción del 10 de diciembre, Llaryora habló de la creación de nuevas fiscalías para combatir el narcotráfico, más fiscalías criminales de distrito en la capital, fomentar un plan de desarme, la creación de las guardias de convivencia y facultar al Ministerio de Seguridad para modificar la estructura policial y penitenciaria. Quinteros tomó nota y ocupó la silla más caliente del gobierno, en un contexto de crisis social que atraviesa a todo el país.

Referentes del oficialismo aguardan la expresión del fiscal de delitos complejos y quien encaró la investigación, Enrique Gavier, para conocer más detalles sobre la detención del ahora ex subjefe de la policía.

Juan Pablo Quinteros respaldó al actual jefe de la policía, Héctor Guitiérrez, hombre de su confianza a quien él asignó en esa función tras haber asumido como ministro y haber planteado la reestructuración en la cúpula de la fuerza.

Mercado fue detenido, imputado por haber encubierto a una banda de delincuentes que estafaban con falsas denuncias de robos, y está alojado en la cárcel de Bower.

El impacto que vive la fuerza policial también generó ruido dentro del poder judicial. La provincia afina la mirada bajo la lupa sobre los altos mandos de la institución, y como consecuencia se agilizan los procesos de rastrillaje, sobre todo en altos mandos.

Además se conoció que a comienzo de año se hizo especial hincapié en solicitar al fiscal general Juan Manuel Delgado, reportar si había personas dentro de la fuerza con causas, y de ser así, que sean investigadas. 

CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE CAROLINA BIEDERMAN