Con solo tres patas, no hay manera de que el Gobierno de Javier Milei no tambalee

POLÍTICAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
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Los libertarios están queriendo quedarse con todo. Para eso están puliendo las apariciones públicas de Karina Milei como referente máxima de La Libertad Avanza para enfrentarse con el PRO, en primera instancia. Pero además buscan condicionar a sus actuales aliados naturales que se fueron de la conducción de Mauricio Macri, como Patricia Bullrich, o la última expresión bonaerense en la legislativa de 2021, José Luis Espert.

Todo estará revisado y organizado por Santiago Caputo, cuya consultora tiene la obligación de hacer las veces de administrador general de contenidos y propuestas. Sabe que en las provincias -y fundamentalmente en Buenos Aires-, sus referentes distan de ser ordenados. Caóticos, inconexos y algo marginal en muchos casos, la suerte de la fuerza se recuesta en una variante única: la suerte del gobierno nacional en su lucha contra la inflación.

"Para los que nos dicen que no somos peronistas. Mirá si no lo somos. Está Javier y, si no, Karina", se reía con ganas un legislador que nació en el Partido Justicialista y que mantiene intactos sus contactos preexistentes. Perón-Perón, Néstor-Cristina y el único que no quiso esa herencia fue Carlos Menem, justamente, el tío de Martín y Lule. 

Pero son esos militantes y dirigentes concejales con mucha conexión con sus propios representados -diferente a la política tradicional-, que distan de tener virtudes como la paciencia, experiencia y amplitud. Creen, en lo más bajo del renglón institucional y político, que si no son con los propios no sirve nada de lo que puede venir desde afuera.

Inclusive entre los propios libertarios, las relaciones siempre carecen de equilibrios. La pelea por los cargos empieza a ser similar a lo que venía a combatir. Si Juntos por el Cambio era a los ojos de Javier Milei ´juntos por el cargo´ por cómo competían o acordaban para conseguir un lugar en el poder, los “violetas” terminan transformándose en verdaderos anarquistas, desequilibrando el apotegma presidencial de anarco libertario.

Para tener en claro la escasa capacidad política y las limitaciones que tiene el oficialismo mileísta por generar futuro, hay que saber mirar lo que sucede en las legislaturas nacionales, provinciales y municipales.

Al revés de lo que sucede cada vez que un partido político triunfa, sus bloques empiezan a engordarse con dirigentes a los que le quedan solo la mitad de su mandato o traidores llanos. 

Luego de nueve meses en el poder, La Libertad Avanza sólo pudo sumar en el ámbito bonaerense a los legisladores aportados por Joaquín De la Torre, que sigue cercano al gobierno a la espera que la Justicia determine la inocencia de su hermano Pablo en su paso por el caótico Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Petovello.

Florencia Arietto es la otra que en ámbito provincial se sumó a las fuerzas del cielo. Originaria del Frente Renovador, tuvo su paso traumático por las cercanías de Bullrich, luego acordó con Diego Santilli y cerró, apenas ganó Milei, con el oficialismo nacional.

La creación del PRO Libertad, compuesto por legisladores aportados por Diego Valenzuela y la ministra de Seguridad de la Nación, aún no puede contabilizarse como libertarios puros. Siguen con su bloque independiente, en sintonía, pero no mezclados.

"Debajo de los altos techos de las legislaturas no se definen las elecciones. Para eso tenes que ver los municipios, donde los mini gobernadores que son los intendentes terminan marcando la tendencia", reconoció un experimentado jefe comunal que tiene en su distrito tres bloques independientes de libertarios, todos supervisados por él o sus operadores.

Esto lo sabe el PRO, que espera para jugar. Hoy la mayoría de sus referentes prefieren ser cola de león antes de ser cabeza de ratón.

El desenlace del gobierno los pondrá entre la espada y la pared. Arreglar por lo que le den o, si la situación económica no mejora y la irritabilidad presidencial aumenta, podrán poner sus propias condiciones. Aunque estén bajos, el 10% del antiguo Juntos por el Cambio pesará muchísimo para que el oficialismo no sufra una derrota catastrófica en la Provincia de Buenos Aires, lo que anulará cualquier expectativa de futuro y lluvias de inversiones.

Algo de eso percibe desde el inicio Jorge Macri, quien fue hasta la Legislatura para verla a Karina Milei. Seguramente habrá intentado tener algún contacto previo que le fue esquivo. Provocador, el alcalde prefiere pecar de atrevido antes que de cauto. Lo mismo había hecho hace algunos años cuando era el presidente del PRO bonaerense.

Al no ser invitado oficialmente por un grupo de intendentes que querían negociar el futuro del extinto Juntos en Olavarría, llamó a su amigo Pablo Petrecca, intendente por aquel entonces, para decirle que llegaba en un rato y que hiciera lo posible para estirar la jornada. Todo terminó de manera muy parecida a lo que pretendía el ahora jefe de gobierno porteño.

No trascendieron muchos detalles, pero el solo hecho de haberla encarado a la "intocable" debió sorprenderla. "El Jefe" venía teniendo un pasar tranquilo junto con los diputados porteños donde, como se dijo, ya se dividió la oferta libertaria. El contacto inesperado y para discutir política no es algo a lo que esté acostumbrada. 

"El Jefe" será la cara visible de la de la campaña de LLA. Para eso se está armando un equipo especial que la ayudará a presentarse mejor de lo que venía haciendo, en la que solo saludaba y pedía apoyo a su fuerza, como lo hizo hace más de dos meses en Castelar, cuando estuvo junto con su armador político, Sebastián Pareja, y el ahora golpeado Martín Menem.

“¿Por qué no le dan más bola a Guillermo Francos? Es el único que tiene amigos afuera del mundo mileísta”, preguntó MDZ a un allegado al jefe de gabinete. "Saben que siempre está en observación, lo ven demasiado dialoguista", reconoció alguien que lo quiere y lo respeta.

En los hechos, parecería que Francos sigue siendo un Ministro del Interior, como lo era hasta el cambio producido cuando se fue Nicolás Posse. Sin embargo, "ni la oficina le dejaron usar. Sigue en lo que es Interior", recordó un conocedor de los movimientos de la Rosada desde hace más de tres décadas. "Fijate que el manejo de los ministros y su presupuesto casi lo tiene a cargo Santiago Caputo", remató.

Al respecto, uno de los políticos que habla frecuentemente con el asesor coordinador le advirtió al joven: “Mirá que cuanto peor esté la oposición o el PRO, más se los va a empezar a ver”.

Efectivamente, ese desaguisado armado para la elección y que se proyectó al llegar a la Presidencia no cambió ni en sus formas ni en sus modos, pero cada vez son menos los que sostienen el gobierno. Con tres patas no hay mesa que no se caiga.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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