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La polémica clasificación de Boca en la Copa Argentina amplió el marco de atención para que el presidente del Club Atlético Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, diera por terminado el capítulo de la derrota en Mendoza y abriera otro de corte político: la “batalla cultural” contra Claudio Chiqui Tapia y su gestión en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).

En la conferencia de prensa que brindó este lunes en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo Amadeo Nuccetelli, Fassi dio su versión sobre el episodio de violencia con el árbitro Andrés Merlos en Mendoza. El hecho sirvió como ejemplo para que Fassi hiciera revisionismo sobre una larga historia de desencuentros con Tapia.
 
Llamados sin atender, invitaciones en horarios y días inconvenientes, fueron la parte de rosa de una descripción que empezó a tornarse oscura cuando Fassi incluyó a Merlos como integrante de una red de árbitros que responden a las órdenes de Tapia.

 

“Son cuatro o cinco árbitros serviles o abanderados que, lamentablemente, empañan ese 85% de arbitraje honesto, modelo en el mundo. Son enviados para perjudicar o beneficiar. Ponen en vulnerabilidad la credibilidad del arbitraje argentino”, planteó Fassi el que sería el primer punto de su nuevo modelo del fútbol argentino.
La batalla cultural que quiere dar Andrés Fassi
El conocido defensor de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) se encargó de explicitar el marco en el que opera cuando elogió al presidente Javier Milei por su decisión de batallar contra la corrupción y se refirió a la decisión de adelantar las elecciones en AFA para el 17 de octubre.
“Querés adelantar las elecciones, seguramente las ganarás porque tenés muchísimo poder. Yo no tengo ningún poder más que el moral y de gestión. Ese es mi patrimonio, Chiqui”, se despegó del actual modelo de gestión del fútbol nacional.

La campaña que empezó Fassi incluyó la exposición de sus pergaminos durante su trayectoria en el exterior y en el Matador cordobés. La enumeración de los detalles del CV se dio inmediatamente después de que asegurara que tiene “la obligación moral de luchar por el futbol argentino, pero Talleres no se calla”.

 
 
El amigo de Mauricio Macri asegura que no quiere conducir la AFA, que toda esta apuesta se resume en una obligación moral de luchar por el fútbol argentino. Los decodificadores de la conferencia de prensa reducen al asunto a una calentura por la derrota, pero no dejan de leer que Fassi está dispuesto a ser la cara de esa “batalla” para cambiar el concepto de gestión del fútbol.

La rentabilidad del fútbol que busca Javier Milei
En ese marco, expuso los proyectos que le presentó a Tapia y que este habría bochado, o peor, ni siquiera habría visto. En una conferencia televisada con TyC Sports y Espn, Fassi habló de la necesidad de discutir los derechos de transmisión.

Contó que presentó en 2019 un proyecto sobre el tema que tituló “La decisión de los mil millones de dólares” y en el que trabajaron 14 personas por más de dos meses. Recordó que dos años después envió un documento con 18 puntos para mejorar la gestión de la AFA.

 
“Chiqui, te pedía un congreso y un debate de dos días, donde pudiéramos estar la familia del fútbol reunida para debatir qué hacer para los próximos 10 o 20 años”, dijo después de criticar las asambleas de 30 minutos donde parece que ya está todo resuelto.

 
El apoyo de la política de Córdoba
Hubo feroces críticas a Tapia que terminaron con los latiguillos propios de la era libertaria. “Es un momento único el que estamos viviendo como sociedad. Chiqui, la gente está cansada, los jugadores están cansados y los hinchas están cansados”, segmentó el hartazgo dominante que terminó con Milei en la Casa Rosada.

Fassi empieza a sumar apoyo político en esta cruzada. En Córdoba, distintas figuras de Juntos por el Cambio hicieron eco en sus redes, entre ellas, el diputado Rodrigo de Loredo.

 
Por el contrario, el gobernador Martín Llaryora elige mantenerse afuera de esta disputa. "No tenemos nada que ver con eso", ratifican las principales espadas políticas del Partido Cordobés, pese a que Emeterio Farías, presidente de la Liga Cordobesa de Fútbol y expresidente de la cordobesista Agencia Córdoba Deportes, se manifestó abiertamente en contra de las SAD y movió sus fichas para apoyar a Tapia con una movilización de clubes que organizó semanas atrás.

Más allá de estas adhesiones, el presidente de Talleres cerró la larga exposición con una marcada de cancha: “Chiqui, no jugués con Talleres". También, con una chicana y un ofrecimiento de ayuda a Tapia: “Chiqui, llegué a Talleres hace nueve de años. No vine a pelearme con nadie. Quiero aportar al fútbol de Argentina porque es mi vida”.

Seguro vendrá el rebote.

Con información de Letra P, sobre una nota de Yanina PASSERO

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