Estamos aquí para hablar de una de las texturas que protagonizan la temporada primavera- verano actual: el crochet.
Un tejido que resurgió como una tendencia clave en el mundo de la moda, especialmente en la creación de prendas como faldas, pantalones, vestidos y blusas.
Un estilo que combina artesanía y modernidad, y que puede ser creado en una infinidad de patrones y texturas, permitiendo a los diseñadores explorar su creatividad y a quienes lo usan expresar su individualidad.
Las faldas y vestidos de crochet, con sus delicados detalles y aire bohemios, pasaron a ser infaltables en el guardarropas de verano, con un lugar asegurado en la valija.
Aunque también se ven en el día a día, en los cálidos días en la ciudad, porque (hay que decirlo) se pueden sumar a outfits de todo tipo y para toda ocasión.
No pueden faltar los accesorios (carteras, bolsos, gorros) que suman su impronta effortless a cualquier look.
Combinando estilo relajado y comodidad, el crochet conquistó tanto las pasarelas como el estilo urbano, consolidándose como una de las técnicas más apreciadas en la moda contemporánea, incluso en contextos de oficina.
Fuente: Para Ti