Luis Miguel y Paloma Cuevas aprovecharon la noche del sábado para salir a cenar. La famosa pareja, que había llegado a Buenos Aires temprano en un vuelo privado, decidió degustar los platos de la parrilla Don Julio, establecimiento que queda en el barrio de Palermo.
Según trascendió, la pareja realizó una reservación a última hora para llegar al lugar a eso de las 22 horas. Tras arribar al lugar a bordo de una camioneta, Luis Miguel y su novia fueron recibidos por más de 30 fans y curiosos que los esperaban, copando la entrada del lugar por la esquina de la calle Guatemala.
El cantante y su novia pudieron acceder al restaurante gracias a un operativo de personal de seguridad y policía, lo que se repitió a la salida.
Muy simpático, Luis Miguel no dejó de sonreír en ningún momento y hasta estrechó las manos de sus fans. Se lo vio en buena forma, delgado y elegante. Y lo mismo hizo Paloma Cuevas, que lució relajada y feliz.
Fuente: Infobae