Pullaro, con encuestas muy favorables, se perfila como el próximo gobernador de Santa Fe

POLÍTICA - SANTA FE Carlos ZIMERMAN
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Ya transitamos 2023, el año de las elecciones, un nuevo año electoral, con lo que ello implica en una Argentina en donde los tiempos no son iguales a los de otros países y donde los día pueden parecer años.

Omar Perotti no trajo ni orden ni trajo paz, pero si mucha inseguridad

En Santa Fe el panorama de apoco se va aclarando, la pésima administración de Omar Perotti en la provincia y la no posibilidad de presentarse para un nuevo mandato lo coloca en un lugar incómodo, sin muchas aspiraciones, sin un delfín definido y con una oposición que de a poco va "acomodando los melones" y limando asperezas para que el Frente de Frentes sea una realidad que permita el cambio de color político en una Santa Fe que por ahora padeció a Omar Perotti, siendo la inseguridad el problema más grande que no supo ni quiso resolver quien en su momento prometió paz y orden y nada de ello logro cuando ya transcurrieron más de tres años de una gestión para el olvido.

Maximiliano Pullaro se ve en el horizonte político como el futuro inquilino de la Casa Gris, con una intención de voto superior al de otros aspirantes a ese cargo y con la experiencia de haber ejercido un cargo que lo habilita a hablar con autoridad del tema que más preocupa a los santafesinos y es la seguridad de una provincia atravesada por el narcotráfico. Las encuestas le son favorables y la diferencia con cualquier candidato peronista es marcada como para que las esperanzas se acrecienten día a día. Aún no se sabe cómo se va a dirimir la candidatura a gobernador, pero cualquiera sea la forma, Pullaro saca una luz importante de ventaja sobre el resto de los aspirantes.

Perotti no se resigna a pasar a cuarteles de invierno y de a poco se va alineando con la tropa de Schiaretti, que pretende ser una alternativa a la grita y como les gusta decir a ellos, terminar con ella. La nueva novela impulsada por el gobierno del decadente Alberto Fernández ( juicio a la Corte Suprema), lo encuentra a Perotti en un lugar al que quiso llegar y que está acostumbrado desde hace tantos años. Perotti no apoya el juicio a los máximos referentes judiciales del país, pero tampoco hace declaraciones que marquen concretamente su posición. Mirabella salió en parte como vocero del gobernador y dijo que para Santa Fe no es un tema prioritario, pero tampoco hizo una condena explícita.

Perotti quiere estar en la pelea nacional y cada día se va a apoyar más en Schiaretti, casi un referente al que día a día emula todos los días un poco más. El gran problema de Perotti es que, si pretende algo más que "jugar de atrás", no le salgan a relucir sus serios problemas de gestión y su pésima administración, que algunos no se lo endilgan a su incapacidad, sino a sus inmensos compromisos imprescindibles en su momento para acceder a la gobernación.

Sin duda alguna 2023 va a ser el año del cambio de color político para una Santa Fe que se merece mucho más que un gobernador que solo prometió y nada hizo. ¿Será el año de Pullaro?, tiene gran parte de las fichas compradas, ahora le falta acelerar a fondo en la recta final y que nada ni nadie se interponga en su camino.

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