Por la avenida del medio, Juan Schiaretti chocó dos veces con Rodríguez Larreta

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior

Mediante una carta enviada al presidente Alberto Fernández, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, intimó este miércoles al Estado nacional a que en un plazo de cinco días “transfiera los fondos que le adeuda a la provincia a raíz de su obligación de solventar los déficit de los regímenes previsionales no transferidos, obligación asumida en 1993, cuando se firmó el vigente pacto fiscal”. Aunque sin paralelos aparentes, el reclamo se efectúa apenas horas después de que el alcalde porteño y precandidato presidencial del PRO Horacio Rodríguez Larreta acusara al cordobés de “acompañar al kirchnerismo”.

La deuda que Córdoba reclama suma cerca de 110.000 millones de pesos y se remonta a 2020. En la nota enviada, Schiaretti habla de “injustificados y reiterados incumplimientos” y, al igual que Rodríguez Larreta lo hizo para tratar de recuperar los fondos coparticipables que la Ciudad recibió del entonces presidente Mauricio Macri y que Fernández le quitó, advierte que si persiste la falta de respuestas “Córdoba se verá obligada a iniciar acciones legales”.

Cultor de la prédica antigrieta y transeúnte empedernido de la avenida del medio, Schiaretti empuja una proyección nacional que este año, asegura, lo tendrá en el tope de una boleta presidencial. Larreta porfía por el mismo objetivo en el PRO y para alcanzar esa meta, después de una maratón de años en campaña con silenciador, se lanzó semanas atrás también con marketing centrista. El alcalde calificó de "estafadores" a quienes medran con la grieta, aunque transgrede a menudo su credo para mostrarse duro contra el kirchnerismo, para el beneplácito del público halcón. Con todo, el porteño y el cordobés empiezan a recorrer una vía que parece bastante estrecha y que, tal vez por eso, torne más habituales los choques entre ambos.

Los fallos y la gallina
La estrategia entre los dos presidenciables colisiona entonces en los reclamos hacia el gobierno nacional en torno al reparto de fondos. Uno de los debates que concentró la atención en la discusión política de los últimos meses surgió a partir del fallo de la Corte Suprema de Justicia que dio la razón al reclamo porteño en torno a la distribución de los fondos coparticipables y justificó el último enfrentamiento entre el máximo tribunal y la Casa Rosada, que entonces decidió promover el juicio político que hoy se discute en el Congreso.

Poco más de la mitad de los gobiernos provinciales acompañó al Frente de Todos en el reclamo por el perjuicio que signifcaría para las arcas locales el redireccionamiento de los montos presupuestados hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, Schiaretti no se hizo eco de aquella demanda y cuestionó con dureza la iniciativa del Presidente de enjuiciar a la Corte en el Congreso, a la que considera “un atropello institucional”. “Los fallos no se discuten, se cumplen”, dicen en el cordobesismo al respecto.

A pesar de ello, Schiaretti recibió un palazo discursivo de Rodríguez Larreta que en una entrevista con un canal cordobés aseguró esta semana que el mandatario cordobés es funcional a los K. “Schiaretti es como una gallina, pone los huevos en un lado y grita en el otro”, dijo.

A pesar del fallido en la construcción del dicho popular, lo que le costó una ola de chicanas en las redes sociales y una respuesta a tono de parte del diputado cordobesista Carlos Gutiérrez, los dichos del porteño traslucen una disputa por el voto de centro que, más allá de los acercamientos y las coincidencias previas, se incrementará a partir de la cada vez más firme intención de Schiaretti de convertirse en un jugador opositor gravitante a nivel nacional. De un lado y del otro, ambos buscarán imponerse sobre el otro, aunque el cordobés sabe que en la pelea por ocupar el camino del centro corre con la ventaja de no formar parte de ninguna de las coaliciones nacionales que expresan los extremos de la grieta.

“Larreta está más coucheado que Robocop”, le dijo Gutiérrez a La Voz. “No corrigen esa mirada del puerto, que hace que las gallinas pasen a ser el tero del dicho popular”, chicaneó uno de los hombres más cercanos a Schiaretti y agregó: “No conocen el interior ni su idiosincrasia ni nuestro esfuerzo cotidiano por combatir asimetrías y a pesar de ellas seguir progresando”.

“Un día elogian a Schiaretti y otro lo insultan; y después hablan contra la grieta. Todo un ejemplo de cómo gobernarían Argentina si tuvieran la oportunidad”, señaló el legislador cordobés a los cuestionamientos del porteño que había apuntado al mandatario provincial como “errático y contradictorio” que “ha acompañado al kirchnerismo en muchas posiciones”.

Con esas declaraciones, Rodríguez Larreta también buscó posicionarse en la disputa interna de su fuerza política, apoyándose en la estructura cordobesa a la que buscará seducir para conseguir respaldos que apuntalen sus chances de quedarse con el casillero mayor en la boleta de Juntos por el Cambio. Pegarle a Schiaretti, que además es uno de los dirigentes nacionales que más sintonía ha expresado con Mauricio Macri, le suma al alcalde amarillo para ambas batallas: la interna que se podría expresar en las primarias y la definitiva, que tendrá su momento crucial en octubre.

A Schiaretti le sigue redituando disputar con el kirchnerismo para sostener el poder en una provincia que históricamente le ha dado la espalda a esa expresión política y lo posiciona a nivel nacional en la carrera como uno de los candidatos que empuja desde la oposición. En esa carrera, la oportunidad parece ponerle enfrente una oportunidad para empezar a direccionar los cañones hacia su adversario porteño. ¿Lo hará?

FUENTE: LETRAP.COM

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