Muchos casilleros, pocos nombres y escaso interés en la ciudadanía

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior

A dos semanas del inicio formal de la campaña política, la indefinición en torno a los nombres continúa siendo el denominador común entre Hacemos por Córdoba y Juntos por el Cambio. Tras un letargo manejado, las cabezas de las listas pusieron primera esta semana a la hora de ventilar propuestas. Sin embargo, la falta de nombres en los casilleros de “vice” para la Gobernación y, en el caso de la coalición opositora, de nada menos del nombre del candidato a Intendente, oficia de freno de mano para salir a gastar suela e instalar caras y gestos.

Mientras la rosca y el cafeteo gozan de buena salud, Martín Llaryora y Luis Juez se apuran a afinar el lápiz para salir definitivamente al redil, más allá de que ambos, por los canales acostumbrados, hace tiempo que comenzaron con las promesas de candidato.

De cualquier manera, la cruda realidad económica sobrepasa por mucho el interés de la población en torno a los nombres y a las propuestas, signo éste de una apatía política bien merecida contra la que deberán enfrentarse los postulantes en general.

La cuadratura del círculo
Con la ventaja de tener mayor exposición en virtud de “estar en gestión”, tanto Llaryora como Daniel Passerini se movieron en conjunto esta semana y se metieron en el que será, a no dudarlo, “él” tema de la campaña: la seguridad.

Caminando sobre un delgado límite y decidido a mostrar la capacidad para captar a la parte del electorado que reclama soluciones a corto plazo, el sanfrancisqueño ratificó su decisión de propugnar la llegada de las Fuerzas Armadas para combatir el narcotráfico.

“Hay que dejar las cuestiones ideológicas de lado, ya que son fuerzas federales. Los criminales son los que tienen que estar tras las rejas y no los vecinos cuidándose tras las rejas, por eso los vamos a cuidar más”, expresó el jefe comunal. “Yo digo que Rosario somos todos, y si el narcotráfico gana la batalla en Rosario después va a venir por otras ciudades”, aseveró.

Passerini recogió el guante al sostener que “no voy a dudar en tomar las medidas que correspondan en las situaciones de emergencia que se puedan plantear”. No obstante, remarcó que la comparación con Rosario “no es adecuada”.

De Loredo, desde Twitter

Desde la oposición, Rodrigo de Loredo, quien todavía debe definir qué hará en este turno electoral, fue el encargado de responder al señalar que “el relato sobre la seguridad no soluciona el principal problema de los argentinos y sobre todo de los cordobeses”. “En Córdoba la inseguridad crece mientras los gobernantes se desdicen en los medios sobre qué hacer”, lanzó al ser entrevistado en La Nación +.

“Si no lo hicieron en 24 años, ¿qué hace pensar que las vayan a hacer ahora? Las fuerzas federales deberían estar trabajando con mucha más presencia en Córdoba desde hace tiempo. Pero nunca vimos al Intendente, que también fue ministro y vicegobernador, hacer las gestiones”, profundizó en un hilo de Twitter.

Desde la mesa chica de Juntos anticipan que el tema estará siempre en la agenda de campaña de Juez, quien desde el año pasado cuenta entre sus filas con la asesoría de Eugenio Burzaco, un cuadro “prestado” desde el larretismo y que supo ocupar la Secretaría de Seguridad de la Nación entre 2015-2019. El juecismo sabe que cuenta con la ventaja de que Llaryora tiene que hacer su propio camino y por ende despegarse de la gestión de Juan Schiaretti. No obstante, esto puede dejarlo en “zona de VAR”. Esto es hacer promesas de campaña como si no formara parte del elenco de gobierno.

Dependiendo de la lectura, las declaraciones de la jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti, pueden interpretarse como un error no forzado. “La Policía no está desbordada” ante el delito. “Quiero decirles que la delincuencia está más organizada que el Gobierno, salgan y vean lo que está pasando en los barrios”, castigó De Loredo. 

Todos de guardapolvo
En esa delgada línea que significa hacer campaña por el oficialismo y al mismo tiempo “cinturear” los conflictos, Llaryora también se refirió a otro de los grandes conflictos que atraviesan el otoño cordobés y schiarettista: la educación.

Con menos vehemencia, reconoció que los docentes deben estar mejor pagos y que la suspensión del diferimiento jubilatorio, lanzado esta semana desde el Panal, obra en el sentido de descomprimir la situación con los empleados públicos.

Sin embargo, a nadie le escapa que este reclamo disfrazado de promesa, más las sendas propuestas para mejorar en parte los haberes estatales, esconde algunos roces entre el viejo dirigente que empieza a dar las hurras y su sucesor.

En cuanto a nombres propios, Juez dio la primera campanada. Desde Río Tercero, territorio afín a De Loredo, señaló que “casi con seguridad”, Juan Pablo Peirone será su ministro de Salud en caso de llegar al Centro Cívico. El flamante nominado, quien es cardiólogo de profesión, fue candidato a intendente tres veces por el llamado Frente Todos por Río Tercero, ligado al macrismo. Sin embargo, el propio Juez dijo que ambos están recorriendo la provincia desde hace año y medio.

Dependiendo de la prolongación de los conflictos, estas dos grietas en el casco del barco oficialista pueden llegar a ser un serio problema a la hora de afrontar la campaña, puesto que se tratará de situaciones de desgaste que serán explotadas por los adversarios.

Foto con Cristina y fórmula del FdT en Córdoba

“Es un mensaje de unidad. Empezamos a trazar un camino para generar una propuesta, recorrer la provincia, escuchar a los vecinos para plasmar un proceso político que pueda resolver las cuestiones problemáticas que tiene la provincia”, manifestó la diputada Gabriela Estévez en diálogo Radio Nacional Córdoba tras una reunión que, junto al intendente de Embalse, Federico Alessandri, mantuvo con Cristina.

“Tenemos la posibilidad concreta de presentar una lista” para las elecciones de gobernador del próximo 25 de junio. En este sentido, Estévez también indicó la posibilidad de cambiar el nombre Frente de Todos para los comicios y además señaló cómo sería la fórmula: “Yo iría de vicegobernadora, mientras que Federico Alessandri iría de candidato a gobernador”.

 
La armada Brancaleone
Con sendas reuniones y con escasas horas de diferencia, ambos presentaron sus equipos técnicos. Sin demasiadas novedades, las formalidades consistieron en reforzar conceptos de “gestión” y remarcar el espíritu de equipo y “profesionalismo”. Llaryora rindió examen frente a 300 empresarios de la Bolsa de Comercio y anticipó una gestión previsible. Juez, en tanto, juntó la tropa en un hotel y tiró los principales lineamientos de campaña. Después, poco más. Es de esperar que la carpeta de propuestas comience a crecer con el correr de los días. Caso contrario, el hiato entre dirigentes y ciudadanos continuará creciendo.

FUENTE: IMDIARIO.COM.AR

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