Marcos Ferrer le pincha el globo a Martín Llaryora: "No hay posibilidad de partido único en Córdoba"

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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El holgado triunfo obtenido por Marcos Ferrer el pasado domingo en las elecciones municipales de Río Tercero devolvió una sensación de alivio a los socios de Juntos por el Cambio en Córdoba. Tras una sucesión de dolorosas derrotas, que incluyó las elecciones provinciales, la compulsa por el gobierno de la capital y se extendió hasta las PASO de agosto, la alianza opositora pudo revalidar credenciales como opción de poder en una provincia que consideran con especial estima y sobre la que proyectaron un afán de triunfo que parecía inmediato.

Claro está, las dimensiones del éxito, circunscriptas a una ciudad de 55 mil habitantes, impiden la desmesura. Pero, coinciden voceros de cada partido aliancista, una derrota en el territorio más grande bajo gobierno propio podría haber acelerado un proceso de caducidad de la oferta. Recién reelecto, Ferrer dispara el primer dardo al riñón del llaryorismo y deja entrever el rol que tendrá la nueva generación de radicales. En otras palabras, el objetivo es evitar el "gran partido cordobés" con que el sueña el gobernador electo, Martín Llaryora.
“No existe la posibilidad de partido único. La UCR es un partido con vocación de poder. La UCR nunca va a estar sometida a los designios del peronismo. Hay que entender la lógica del peronismo cordobés, que no se imagina fuera del poder. Pero nosotros hacemos política y queremos disputar ese poder”, afirma.


Según el dirigente riotercerense, hasta ahora Hacemos Unidos por Córdoba sólo puede atribuirse la cooptación de un puñado de dirigentes, muy lejos de los acuerdos partidarios que dan real sustento a una coalición amplia. “Se llevaron a Myrian Prunotto, una buena intendenta, pero sin peso específico. No hubo un cimbronazo interno. El peronismo tiene una virtud para el armado electoral: dicen querer que seas parte, pero terminan gobernando ellos. Siempre terminan gobernando ellas”, zahiere.
Para sostener la desafiante declaración, el hombre de Evolución radical prefiere cotejar el actual panorama con el de cuatro años atrás. La comparación, entiende, muestra a un JxC en una posición más fuerte que entonces. En especial su partido, la UCR, que ha incrementado la cantidad de gobiernos propios.
“Juntos por el Cambio ha sido muy competitivo. Perdimos por muy poco para la Gobernación, pero hace cuatro años Schiaretti ganó con casi 60 puntos. Y si JxC pudo ser competitivo, fue sobre todo por lo que aportó el radicalismo en el interior, ganando para legisladores en 13 departamentos, y en la capital, con Rodrigo de Loredo. Más allá de haber perdido, la UCR ha mostrado su valía, pasamos de ocho bancas propias a 20 en la Legislatura. Tenemos una representatividad territorial grande, recuperamos 40 ciudades”, enumera.

Las internas en agenda
Además del futuro ocupante del Panal, las palabras del exjefe de campaña de De Loredo en las elecciones de la capital resuenan en la interna cambiemista. Sin destinatarios específicos, plantea la necesidad de una mesa amplia para el proceso que necesariamente se abre desde diciembre. "Necesitamos una mesa redonda, sin cabecera. Con todos los dirigentes, no podemos prescindir de nadie. Con mucho diálogo, también. Hay que ampliar el marco de opiniones y que todas sean tenidas en cuenta", analiza.

Entre los comensales, Ferrer asigna especial importancia a los intendentes, base de aquella territorialidad desde la que se debe impulsar una opción competitiva. No escapa al análisis que, tras veinte años, el eje se ha corrido más allá de la Circunvalación. En las recientes elecciones provinciales Llaryora logró su mejor desempeño en la capital, revirtiendo la tendencia de sus predecesores, que cosechaban copiosamente en el interior provincial.

"Además de Río Tercero, retuvimos Jesús María, La Falda y seguramente el domingo triunfaremos en Bell Ville. Recuperamos 40 ciudades y elevamos a 150 la cantidad de intendentes en el Foro de Intendentes radicales. Tenemos muchos más dirigentes en funciones que han competido. Insisto: tenemos un despliegue territorial enorme", remarca.

Precisamente, la liga de alcaldes boinablanca renovará autoridades en diciembre próximo. Aunque algunos impulsan su nombre, Ferrer insiste en la búsqueda de consensos, idealmente unanimidad. Sin embargo, destaca el pelotón de intendentes e intendentas nuevas que se suman y que necesitarán "una guía".

El mismo camino, entiende, debe seguir el partido en el proceso que desembocará en la renovación de autoridades partidarias en el primer semestre del próximo año. "El liderazgo no se declama, se gana. El líder tiene que ser elegido por el resto, no se autodesigna. Nadie puede tirar su propio liderazgo sobre la mesa hoy en el radicalismo", afirma sin decir que van por el desplazamiento de Mario Negri y Marcos Carasso de la conducción del Comité Provincia.

Aún con la salvedad del "trabajo en equipo", el riotercerense ratifica a De Loredo como uno de los dirigentes más importantes del espacio. El buen resultado obtenido por el diputado en los comicios para intendente de la capital, donde obtuvo 40 puntos, rubrican la centralidad de su figura en cualquier construcción futura. Especialmente al interior de la UCR, donde la corriente Evolución volverá a pulsear por el control del partido.

"Maximiliano Pullaro será seguramente el gobernador de Santa Fe. Martín Lousteau perdió por poco en CABA. Rodrigo sacó más votos que otros que fueron intendentes electos. No vamos imponer nada, sólo queremos consolidar todo eso que se ha logrado.", afirma, en clave que decodificarán sus potenciales rivales en la interna.

Tal puja debe contemplar, entiende, la opción de un correligionario encabezando las listas para los cargos ejecutivos en el próximo turno. "Gobernamos Jujuy, Corrientes, Mendoza y varias ciudades importantes. Hay mucho material para que el radicalismo se plante de otra manera ante las circunstancias", asevera.

Claro está, tales circunstancias pueden ser muy complejas en caso de confirmarse una derrota en las elecciones presidenciales. Mucho más si se analiza un escenario con Javier Milei como presidente. "Sería un salto al vacío, sin sustento", afirma, coincidiendo con las palabras expresadas por Patricia Bullrich en su última visita a Córdoba.

Ratificando su militancia por la candidata del espacio, por la que trabaja en su terruño, remarca que se trata de una contienda nacional, donde las referencias son bien distintas a las que le permitieron ser reelecto una semana atrás. Aunque no admita una derrota por anticipado, deja otra pista sobre la senda a recorrer en tiempos venideros. "El rol del radicalismo debe ser el mismo a que obliga su historia: defender la democracia y sus instituciones. Hay que volver a las fuentes, a los valores que nos dieron identidad", sentencia.

Con informacion de Letra P.

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