




Sergio Massa llega hoy a Córdoba con la seguridad de que la gran mayoría de los dirigentes del PJ lo van a votar, muchos de ellos están trabajando para su campaña, pero que el “monstruo” del electorado mediterráneo lo considera kirchnerista y está rabiosamente volcado a favor de Javier Milei y su adicional Mauricio Macri de cara al balotaje.

Juan Schiaretti, desde Barcelona, se paró en ese escenario para decirle al tigrense con un tuit crítico al juicio político a la Corte Suprema que en la provincia del 8,6% del padrón electoral, que puede definir el rumbo del 19 de noviembre, no tendrá cabida si no da profesión de fe antiK. Una forma de marcarle al candidato de Unión por la Patria que se puede llevar todos los dirigentes del PJ, pero que igual no le va alcanzar para ganarse al electorado cordobés, y también una exhibición del rol nacional que quiere tener. En el oficialismo sostienen que Massa no tomó nota de que Schiaretti es ahora un dirigente nacional de casi siete puntos, y que junto a Martín Llaryora va a preservar todo lo que pueda su capital político en Córdoba.
Al massismo, el posteo de Schiaretti le dio por confirmada la idea de que el gobernador jugará con Milei/Macri, y que el entrante Llaryora lo hará con el ministro de Economía. Aunque Llaryora se muestra ostensiblemente más amigable con Massa, nadie en su entorno cree que vaya a decir algo para matizar el fuerte tuit del todavía jefe del Panal. Llaryora no sólo habilitó a una funcionaria propia y no peronista, la actual secretaria de Salud comunitaria y futura ministra, Liliana Montero, a reunirse en Buenos Aires con la esposa de Massa y titular de Aysa, Malena Galmarini, sino que comisionó a Rodrigo Rufeil, legislador y referente PJ del departamento Colón, como puente y jugador suyo vía el armador Juan José Alvarez.
Hoy no habrá ningún dirigente de primera línea en la ciudad de Córdoba para dar marco a la visita del jefe de Economía de la Nación. El viceintendente e intendente electo, Daniel Passerini, se sumó a Llaryora y a Schiaretti a la distancia autoimpuesta y viajó ayer a un congreso en España. Volverá el jueves, igual que Llaryora. Passerini es uno de los dirigentes más embanderados en el peronismo y tiene vínculos aceitados con el PJ nacional y obvias diferencias con Milei, pero buscó evitar la foto con Massa en Río Cuarto, donde el candidato de UP firmará la llegada de la SUBE a varias ciudades, entre ellas la Capital y la capital alterna. Irá el secretario de Transporte de la Municipalidad, Marcelo Rodio. También está fuera del país el intendente de San Francisco, Damián Bernarte, de la entraña de Llaryora y del diputado nacional Ignacio García Aresca. En la ciudad cabecera de San Justo están tirando la moneda para determinar quién va a Río Cuarto a firmar el convenio de la Sube. Desde la UCR, el reelecto Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, le confirmó a Alfil que enviará a su secretario de Economía a la firma del convenio con Nación por la Sube. Juan Manuel Llamosas, el jefe del Palacio Mójica, oficiará de anfitrión del visitante y de los intendentes y jefes comunales que se reunirán.
Lo mismo en James Craick, otras de las paradas de Massa en Córdoba. Del entorno del intendente vecinalista Oscar Fasolis, aliado de Llaryora, pidieron instrucciones sobre el recibimiento institucional/político al ministro/candidato, que en esa ciudad de Tercero Arriba va a hacer anuncios sobre aumento del corte de los biodiesel, como adelantó hace una semana este diario.
En ese escenario, el dato de la noche va a ser qué dirigentes peronistas u oficialistas de primera línea se muestran en el acto de esta noche en el club General Paz Juniors, que será el cierre de la visita de Massa en Córdoba, posiblemente la única. Definidos como Natalia de la Sota o Montero no irán, y peronistas afines, como el legislador capitalino Leonardo Limia, tampoco.
Massa hablará como único orador. Se espera un discurso de unidad nacional pero puntualmente de unidad con Córdoba, que busque acercar al cordobés indeciso que teme la distopía Milei.
Los organizadores adelantan que han confirmado asistencia muchos intendentes y legisladores provinciales, además de las movilizaciones del Movimiento Evita, Barrios de Pie, y los gremios provinciales, y que habrá un “desborde” controlado de público.
Con información de Diario Alfil, sobre una nota de Bettina Marengo









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