Arrancó el “Massazo”: El dólar oficial se descongeló y el paralelo se disparó. Preludio de lo que puede venir

POLÍTICAAgencia de Noticias del InteriorAgencia de Noticias del Interior
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Volvió a la volatilidad de los mercados cambiarios, después de que el ministro Sergio Massa anunciara la vuelta al régimen de crawling-peg y dispusiera de un salto discreto de $3 sobre el dólar oficial. El cambio oficial se remontó hasta los $370 para el segmento minorista, mientras que el mayorista cotizó a $353 respectivamente.

El Gobierno prometió que el dólar oficial se irá ajustando todos los días a razón del 3% mensual (es decir, aumentará unos cuantos centavos cada día a ese ritmo devaluatorio), pero la promesa es muy poco creíble porque no hay divisas suficientes para respaldar un tipo de cambio tan apreciado.

El dólar en el mercado paralelo se remontó hasta los $1.000 en la jornada del día miércoles, acumulando así un salto de 75 pesos con respecto al cierre del martes. La brecha cambiaria con respecto al valor oficial rompió el techo del 170% otra vez, lo cual condiciona cada vez más al Banco Central e incrementa la presión devaluatoria para fin de año.

  

Por su parte, los dólares financieros legales también experimentaron una gran volatilidad. El segmento Contado con Liquidación (CCL) se incrementó a los $880, a pesar de la intervención del Gobierno, mientras que el dólar MEP volvió a sobrepasar los $877 en el día miércoles. El cripto-dólar al que se accede por medio de algunas plataformas online llegó a cotizar en torno a los $930.

La demanda de divisas por parte de los ahorristas es incontenible. Tanto usuarios minoristas como empresas buscan desprenderse de los pesos a como dé lugar, previendo un importante salto devaluatorio para fin de año.

Esto se observa claramente cuando se mide el comportamiento de los plazos fijos en pesos, que se desplomaron un 22% en términos reales durante los últimos 12 meses. El Banco Central contuvo el desarme de los instrumentos en pesos subiendo la tasa mínima garantizada para los plazos fijos al 133% nominal anual y más de 200% en términos efectivos, pero ni así se logró contener la huída al dólar.

  

Cada vez importa menos la tasa que se pague para depositar y atesorar pesos, ya que las expectativas de devaluación y la mayor inflación prevista para el futuro prometen superar cualquier rendimiento que ofrecen los bancos. La política monetaria del Banco Central no es creíble, y por lo tanto el impacto de la suba del rendimiento de las Leliq es meramente temporal.

Pese a la devaluación de $3 pesos y la vuelta del crawling-peg, el tipo de cambio real multilateral de la economía argentina (valuado al dólar oficial para los importadores) sigue en los niveles más apreciados desde el año 2017. Con una tasa de inflación corriendo al 10% mensual, resulta imposible contener el colapso del cepo cambiario y evitar la sangría de divisas del Banco Central.

Es por estas razones que los mercados descuentan una feroz devaluación para después de las elecciones, aunque la cuantía de la misma aún resulta un misterio. Algunos analistas estiman que el Gobierno podría igualar el dólar importador con el exportador (una devaluación superior al 40%), mientras que otros opinan que esto no será suficiente y estiman un salto cambiario inicial de entre 80% y 100% para la transición con el año 2024.

Con información de La Derecha Diario

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