De la moderación de Casa Rosada a "cipayo traidor": las posiciones y razones a los dichos del Papa

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Un nuevo capítulo se suma a la inestable relación entre el gobierno de Javier Milei y el papa Francisco. El sumo pontífice se pronunció en contra de la represión en las calles de la última semana, y distintos actores del Gobierno reaccionar. Por un lado, en la Casa Rosada le respondieron con moderación, mientras que otros fueron mucho más duros en el mensaje. 

Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas y el Gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía", dijo Francisco en su discurso en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares.

Manuel Adorni, vocero presidencial, fue suave con su respuesta, y señaló que esa "es la opinión del papa Francisco", que desde el Gobierno la escuchan, la respetan, pero que no necesariamente la comparten.

En contramano, algunos referentes del liberalismo hablaron sin pelos en la lengua y le dieron con todo al Santo Padre. Por sus dichos sobre la conquista del desierto, el legislador provincial Agustín Romo le contestó: "Criticar la conquista del desierto, donde reventamos a los indios chilenos que robaban vacas argentinas, mataban argentinos, secuestraban y violaban mujeres argentinas, para quedarnos con la Patagonia, es ser un cipayo traidor a la patria al servicio de los peores intereses".

Al mismo tiempo, la diputada Lilia Lemoine siguió los pasos de su copartidiario. Le exigió que "done el oro del Vaticano", y recomendó que "sería bueno que el Papa visite Argentina y vea la realidad completa en vez de escuchar operadores políticos que negocian con el hambre de la gente".

Desde el Ejecutivo pretenden seguir cuidando el verano amistoso que tienen con el Papa, luego de todos los idas y vueltas, por lo que optaron por una respuesta mucho menos combativa.

Entre 2020 y 2023 (y antes) Javier Milei apareció en televisión y otros medios insultando y descalificando al papa Francisco. Sin embargo, desde que ganó las elecciones su discurso moderó drásticamente, tratando de mantener cerca al líder espiritual.

"El Papa es el maligno del maligno en la tierra", decía Milei hace algunos años en una entrevista televisiva. "Personaje impresentable y nefasto”, dijo en otra oportunidad. 

Durante la entrevista con el periodista norteamericano Tucker Carlson, el presidente soltó muchas descalificaciones. Desde decir que el Papa "está del lado de dictaduras sangrientas", a que "tiene afinidad por los comunistas asesinos".

Pero en el último tiempo las criticas cesaron y se trató de mantener una relación más cordial, con el fin de construir lazos. "Me equivoqué. Por más que tengas una visión distinta, eso no ameritaba que yo diga los calificativos que utilicé”, corrigió el presidente.

Es en estas vías, y con una posible visita del Sumo Pontífice al país, que el Gobierno decide no responder con dureza ante las acusaciones del Papa de la mañana del viernes.

Otras acusaciones hacia Francisco
No solamente desde el oficialismo opinaron sobre los dichos del líder espiritual. El gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, no se quedó de brazos cruzados. “Soy alguien de fe, pero para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego. No hacer un reduccionismo de un hecho en particular ni escuchar solo una campana”, planteó en declaraciones a Radio Rivadavia. 

El diputado Miguel Ángel Pichetto también dijo lo suyo: "¿De qué habla el Papa? De una absurda agenda indigenista (un inflado 2% de la población). De una agenda pobrista y antiminera. Y sigue sin tender puentes para la unidad de los argentinos".

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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