El mundo de la rosca política pasó de una relativa calma a ser atravesado por un tsunami que tenía como centro de todo ese brusco movimiento al presidente de Talleres, Andrés Fassi. Las aguas se agitaron luego de que el cordobés no recibiera ningún apoyo en la asamblea de AFA y Claudio ‘Chiqui’ Tapia fuera reelegido al frente de la entidad que maneja los destinos del fútbol vernáculo.
De inmediato, referentes del gobierno del presidente Javier Milei y de La Libertad Avanza de Córdoba se entusiasmaron más de la cuenta y pensaron que Fassi podría liberar las listas de esa fuerza en las elecciones de medio término, que se realizarán el año que viene.
En el entorno del dirigente la respuesta se repite con inusitada frecuencia: “No será candidato a nada y eso ya lo sabe toda la política”. Sin embargo, al ‘tallarín’ le gusta jugar con este tema y, por ejemplo, no duda en reunirse con Milei y sacarse una foto con él, lo que también movió las aguas políticas hace algunas semanas.
Como el tema viene meneado, el Gobierno provincial –cada vez más apegado a las encuestas– mandó a medir la imagen de Fassi. “En realidad le va bastante bien y las adhesiones que recibe son mucho más importantes que las que registran varios políticos de larga trayectoria”, razonó un hombre de la llamada ‘mesa chica’ del gobernador Martín Llaryora.
Esta medición fue realizada en la ciudad de Córdoba, luego de que el presidente de los albiazules se enfrentara con Tapia y antes de la suspensión. Fassi tiene 23 por ciento de imagen positiva y 21 por ciento de imagen negativa. Pero el 66 por ciento lo componen personas con alto nivel de desconocimiento o que se excusaron de opinar.
Sin embargo, en el cordobesismo vieron de muy buena manera la candidatura de Fassi y desde todos los sectores internos coincidieron en indicar que eso beneficia al peronismo porque lisa y llanamente divide a la oposición.
Tanto desde el sector llaryorista como los escuderos del intendente de Capital, Daniel Passerini, juzgan que si el futbolero lidera las listas de La Libertad Avanza, el senador nacional Luis Juez y el diputado nacional Rodrigo de Loredo quedarían marginados de la nómina del oficialismo nacional. “Eso los obligará a presentar otra lista, con lo cual la oposición iría muy dividida”, conjeturan.
En ese sentido, enumeran como importantes nóminas a las listas que patrocinen Juez-De Loredo, a la Libertad Avanza y al radicalismo, “el peronismo se verá altamente beneficiado. Todo ganancia para nosotros”, dice la interpretación que efectúan llaryoristas y passerinistas.
¿Sorpresa en Córdoba?
Mientras los armados de las elecciones legislativas de 2025 avanzan día a día, hay quienes están con la vista fija en 2027, año en el que se votará para elegir presidente, gobernador e intendentes.
El plan del exgobernador Juan Schiaretti es conducir al peronismo, aunque no se presentará en la próxima interna, en la que Cristina Kirchner y el gobernador riojano Ricardo Quintela se enfrentarán, al menos hasta ahora. Es que se habla que más allá del pugilato verbal, finalmente habrá acuerdo para que CFK lidere los destinos del PJ nacional.
Schiaretti da un paso al costado pero sigue con su plan expansivo. Su tropa dice que le va muy bien, aunque no es fácil sacar conclusiones sobre el porcentaje de adhesiones que recibe. “Tenemos expectativas dentro y fuera del peronismo”, cuenta un operador del entorno inmediato del exgobernador quien –sin embargo– aclara que para 2027 “falta bastante y lógicamente no hay nada definido”.
Esto significa que para entonces, si no está bien en las encuestas, no avanzará. Además, antes está 2025 y puede resultarle atractivo pero, recién se definirá en febrero o marzo próximos.
Lo que está claro es que para el exgobernador 2027 es un deseo, no una decisión tomada. Y en base a esto se tejen algunas conjeturas que pueden parecer disparatadas pero de las que se está hablando, por ahora con sigilo y sin manifestaciones públicas.
Cuando le preguntamos a un hombre de la primera línea de Passerini si ya había definido ser candidato a vicegobernador en 2027 al no poder repetir como intendente, contestó: “Daniel ya tiene definido que será candidato en 2027 y que integrará la fórmula provincial, pero no el orden”.
La sorpresa fue total porque significa que ya tiene todo listo para suceder a la actual vicegobernadora Myrian Prunotto en su despacho de la Legislatura.
Los amigos del intendente reconocen que es un juego complejo pero lo explican: para eso Schiaretti tiene que dar un paso al costado o quedar al frente de otra función, cosa que no parece imposible.
El segundo paso es que Llaryora retome sus planes nacionales y avance con su candidatura presidencial, enfrentando a un Milei presumiblemente débil.
Como tercer paso, está la decisión del actual intendente de Córdoba de ser candidato a gobernador y no a vice, como manda la lógica.
“Si Schiaretti se corre y Llaryora va por todo, a Passerini le queda la cancha libre”, vaticinan algunos hombres de paso diario por el Palacio 6 de Julio.
Allegados al gobernador y exgobernador se encogen de hombros y dicen no saber nada. Dan a entender que los límites de la verdad y la ficción aparecen como difusos.
Por las dudas y como allanando el camino, el coro de Passerini comenzó a elogiar expresamente a la vicegobernadora Myrian Prunotto, quien podría sacar la sortija y pelear por la Intendencia de Córdoba, lo que levantaría polvareda en la interna peronista que no digieren a una radical en los puestos de mando.
Con información de Perfil