Milei les ganó a todos con el "carry trade"

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HOY

El próximo martes, si no hay ningún cisne negro, los inversores de todo el mundo habrán despejado la gran duda del 2024 de quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca mientras dirimen el posicionamiento de las carteras para ese día D. A nivel local, el mercado parece haber claudicado frente al imperio del “carry trade” y tanto los analistas-voceros oficialistas como los más profesionales pregonan, aggiornando la célebre frase del siglo 13 en las sucesiones monárquicas de la Europa medieval, un nuevo dogma: ¡Viva el “carry trade”!, larga vida al “carry trade”.

Claro que en las mesas dónde hay más canas miran de reojo el clima que se está respirando. Hasta hace unas pocas semanas atrás, los intercambios profesionales, académicos y especulativos rondaban por el futuro del dólar blend, hoy sin que ello signifique que es un debate zanjado, todo gira en la codicia que despierta seguir apostando al “carry trade”.

No extraña, menos para aquellos hombres del mercado más canosos y esas mujeres curtidas por las crisis, que algunos supuestos analistas o consultores mediáticos se muestren casi como los alter ego de Adorni llevando, obviamente, agua a su molino, pero sí llama la atención el optimismo que transmite cierta gente y asesores del mercado sobre las perspectivas del programa económico. Aunque, sobre el cierre de sus charlas y exposiciones, recurran al famoso condicional “if” o al concepto “ceteris paribus”, sobre todo con relación a un posible ajuste del tipo de cambio oficial.
Lo cierto es que el Gobierno y en particular el equipo económico, ya con la cucarda del LatinFinance award, persuade y gana nuevos “amicus curiae” para su cruzada anti-inflacionaria. Por eso ganan terreno los encuentros virtuales y presenciales en los que participan economistas profesionales, que hoy parecen sindicados por el oficialismo como enemigos por sus críticas y advertencias, aunque muchos de los asistentes también vayan a los de los “amicus curiae” porque no se quieren perder ninguna pista.
Ahora bien, ¿cómo la ven los inversores internacionales? Ese fue el interrogante que intentaron responder dos economistas que anduvieron por las reuniones del FMI y del BM en Washington a un grupo de colegas criollos. Según comentaron la percepción de los inversores es moderadamente optimista, gustaron las presentaciones del Toto y sus adláteres, que fueron pocas pero prolijas. Una de las cosas que más satisfizo fue que los funcionarios no se mostraron eufóricos como en otros momentos similares, diferenciándose de su Presidente, por lo menos en el estilo.

Si bien persisten ciertas dudas sobre cómo sigue esto, todos ponderan el menú ya archiconocido de resultados en términos de baja de la inflación y de las expectativas, el avance en el frente fiscal y monetario y en la desregulación. Hoy muchos de ellos, están contentos, ya hicieron la diferencia, compraron bonos a 25 y hoy valen más del doble, como de costumbre son los primeros en entrar cuando huelen lavanda y los primeros en salir cuando huelen sangre.

Los más agresivos creen que todavía pueden sacarle un poco más a esos bonos, y miran el benchmark del riesgo país más cercano a los 700 puntos. Otros, ya tomaron ganancias y les pasaron los bonos a una que otra gestora o banco. Claro, que los más intrépidos preguntan por la curva de pesos.

Pocos comentarios sobre el FMI y cómo viene la negociación, aunque algunas buenas noticias y datos económicos, que blanden los “amicus curiae”, e incluso uno que otro profesional más crítico, han hecho que se recalculen las proyecciones 2025 y se contemple postergar un nuevo acuerdo con el Fondo para el sexto bimestre del año. Hasta aquí, todo muy lindo, pero inversores y fondos les importan mucho las elecciones del próximo año, sobre todo, los mensajes de la oposición.

En un almuerzo cerca del Smithsonian se reunieron gestores californianos y neoyorkinos, entre los cuales habían algunos argentinos, y comentaron, entre otras cosas, que el tema que estaban siguiendo era el equilibrio entre la capacidad de los inversores para financiar tanto el auge de la Inteligencia Artificial (IA) como las expansiones fiscales de los gobiernos. Explicaron que mientras la preocupación fiscal estadounidense está en suspenso hasta el resultado de las elecciones, el resto del mundo va a todo vapor, con el Reino Unido reconsiderando los efectos presupuestarios del otoño europeo, y también suma inquietud el papel de las tasas alemanas y francesas, que cotizan a los rendimientos máximos del tercer trimestre. Dicen que técnicamente, se está al borde de rupturas en bonos y acciones.

Los próximos datos en EEUU son relevantes por cómo pueden influir en la Fed, y no solo el índice inflacionario PCE básico, las solicitudes de desempleo y el ECI sino también los datos de gasto personal y de ingresos, ya que se utilizarán para evaluar la sostenibilidad del excepcionalismo estadounidense, ya que el consumidor necesita más capacidad de gasto que solo proviene de los ingresos.

La otra preocupación es China, donde el efecto del estímulo fue menos dramático de lo esperado en octubre, pero siempre hay datos de noviembre que mantienen la esperanza. Señalan que para generar más capacidad en los inversores, se necesita más dinero, y las imprentas necesitan una inflación tibia para mantener intacto el clima de abundancia de 2024. Y sobre el mercado de renta fija, comentaron que los retrocesos van de la mano de las buenas noticias del lado del crecimiento, provocando ventas en los segmentos más defensivos del mercado, siendo los tramos de mayor duración los más afectados, y en particular, la mayor presión se la está llevando la renta fija soberana alemana, con la TIR del Bund sobrepasando los niveles de 2,4%, los más altos desde fines de junio.

Como en EEUU y Europa los movimientos han sido paralelos en toda la curva no extienden el aumento en la prima de plazo mientras la curva de futuros sigue esperando dos recortes este año en la Fed (el segundo con un 70% de probabilidades) y uno en diciembre para el BCE. Pero las reuniones del FMI, del BM y la del IIF fueron eco del momentum global también tuvieron espacio para el caso argentino.

En uno de los encuentros entre inversores y gestores se habló mucho del informe de influyente Kathryn Rooney Vera, estratega de StoneX, luego de su visita por Buenos Aires, destacando los triunfos fiscales y las oportunidades de mercado de Milei. ¿Qué dijo a clientes y colegas?, que la reciente visita a la Argentina proporcionó información valiosa sobre los notables logros de la administración Milei en poco menos de un año. Kathryn ponderó tanto la estabilización económica como el superávit fiscal, el control de la inflación, la recuperación económica y la confianza del sector privado. Destacó que estos éxitos preparan el escenario para una recuperación estructural y el mercado ha respondido con fuerza con el Merval subiendo un 60% en lo que va de año y el Bono global en dólares 2035 disparándose un 65%.

También que se superaron los pronósticos inflacionarios al mantener la suba de precios muy por debajo de las proyecciones que ahora apuntan a un nuevo descenso hasta el 145% interanual a fines de 2024 y un prometedor 50% interanual para 2025. Se espera que el PBI de Argentina se recupere con un crecimiento del 5% en 2025, lo que indica perspectivas positivas para los mercados de acciones y bonos.

Luego de escuchar la visión de la gente de StoneX, el CEO de Thibeault Financial Economics comentó, casi como un troll libertario más, que desde hace mucho tiempo se sabe que los principios económicos funcionan y sólo las brechas en los "líderes" mal elegidos y las desviaciones de las mejores ideas conducen a malas economías; y en tal sentido, el rumbo de Argentina es un buen ejemplo, Occidente necesita "escuchar" lo que está ocurriendo allí. Un legendario economista, sobreviviente de varias batallas desde los ’70, solo acotó que preocupaba la coordinación de la llamada segunda fase del programa Milei-Caputo, a cargo de Fede Sturzenegger.

Quiénes siguen el devenir argentino, tanto a nivel externo como local, tienen un elenco estable de referentes a la hora de conocer la sensación térmica, y entre ellos se destacan los encuentros reservados del Estudio Broda, de Macroview, del Estudio Ferreres, de EcoGo, y Econviews. Pero lo que sí ponderan, cada vez más, es el desaguisado que hace la gente de EcoGo matizando todo el análisis macro y micro con el componente de la opinión pública para explicar la coyuntura y las perspectivas. Un banquero asiduo a esos encuentros de la consultora liderada por el tándem Dal Poggetto-Menescaldi tiró un dato sobre el tema del “carry trade” y el stock de deuda en pesos que había en 2017 y el actual: en la gestión Macri un tercio estaba en manos externas y hoy casi el 100% está en manos locales (solo un 4% está afuera y son pesos acorralados en el cepo).

Otro colega, con asistencia perfecta a los encuentros mensuales, destacó los resultados de los últimos trabajos de campo sobre opinión pública de M&E que muestran que algo está pasando con el consumo que no lo registran las mediciones estadísticas oficiales y privadas. Hoy para la gente la principal preocupación es el tema de la pobreza y luego el desempleo mientras que inflación y la seguridad siguen perdiendo relevancia en el ranking de prioridades.

En otro agitado Zoom, gestores y asesores cruzaron espadas amigablemente, mostrándose muy “amicus curiae” del Gobierno, pero reconociendo que el “carry” era parte del programa y de ahí la dilación con la salida del cepo. Allí destacaron que había que seguir muy de cerca la dinámica de las tasas de interés porque la de la LEFI ya no era referencia. Uno que quiso diferenciarse un poquito consideró que se necesitaba algo más que el fin del dólar blend, alguna especie de programa “reloaded” para fin de año.

En todos los encuentros, Zoom y reuniones reconocen el éxito del Blanqueo, pero poniendo paños fríos sobre el futuro de la masa de dólares aún en las cajas de los bancos. Un desarrollador inmobiliario, muy activo en zona norte del conurbano bonaerense, tiró a colegas un trade idea de Neix la diferencia entre el tramo corto y largo de los bonos “hard dollar” sigue favoreciendo a los últimos pero se prefiere jugar ligeramente más arriesgado en el tramo largo y estar comprado en bonos provinciales, como el Buenos 2037 o el Río Negro 2028; mientras que en las curvas de pesos, los datos preliminares de inflación de octubre siguen siendo positivos, dejando a las LECAPs/BONCAPs con tasas reales esperadas de dos dígitos, por lo que cuando se comparan estos rendimientos con los Bonos CER se ve que hasta mediados de 2025, el diferencial de retornos entre LECAPs/BONCAPs y CER está sesgado hacia los primeros activos, incluso aún con el rally que tuvieron los activos a tasa fija en comparación con los que ajustan por inflación. De modo que para un emisor resulta más caro emitir en términos reales un instrumento a tasa fija que uno que ajusta por inflación por lo menos hasta fines de 2025. La gestora cree que Finanzas, con la última licitación, envió la señal que prefiere comenzar a bajar las tasas reales largas antes que comprometerse a bajar las tasas cortas, de ahí que ven valor en armar posiciones en S30J5, BA37D y Bonos CER largos.

Hubo más comentarios de las reuniones del FMI, según la visión de una mano fuerte de Wall Street con clientes latinoamericanos: el consenso entre los inversores fue que Trump ganará las elecciones estadounidenses, pero que los demócratas se llevarán la Cámara de Representantes, también vimos mucho optimismo sobre Argentina, aunque un acuerdo con el FMI no parece cercano, y hay pesimismo sobre el resto de América Latina.

El súper dólar de nuevo en el tapete: Trump sube en las encuestas y el dólar también. El candidato republicano quiere subir los derechos de importación a 60% para China y 10% para los demás países. Anticipándose a este paquete proteccionista, el dólar se fortaleció contra el euro y el peso mexicano y mucho más contra el yen (otras monedas emergentes como el real, también tambalearon).

También el Itaú LatAm Day fue foco de atención en Washington donde la gente liderada por el economista Mesquita reunió a destacados líderes de América Latina, incluyendo directores y presidentes de bancos centrales de Chile, Colombia, Brasil, México y Perú, y ministros de Economía de Colombia, Paraguay y Uruguay, para discutir el rumbo económico de la región. Entre los invitados, Roberto Campos Neto, presidente de la Banco Central do Brasil, quien habló, entre otras cosas, sobre la persistencia de una inflación relativamente alta en muchos países, especialmente en América Latina, y la inflación en los servicios, lo que dificulta el cumplimiento de las metas.

Además, destacó la volatilidad en los mercados financieros globales, que también ha sido persistente. En cuanto al ambiente de los negocios regionales se comentó que tras meses de negociaciones, Latin Securities (LS) y SURA Investments (SI) firmaron un acuerdo que implica la adquisición por parte de LS del negocio de inversiones de AFISA y Corredor de Bolsa SURA en Uruguay.

Explicaron que la operación no impactará las actividades de AFAP SURA ni de Seguros SURA en Uruguay. Mientras que la gente de Vinci Partners concluyó el acuerdo para la incorporación de Compass. A partir de esta transacción, Vinci cuenta ahora con más de u$s52.000 millones en activos bajo gestión. Ya finalizadas las cumbres anuales del FMI, BM y IIF ahora la atención se mudó a Nueva York a la Cumbre anual sobre perspectivas globales de ETF de ETFGI en el Club Yale donde no solo asisten los líderes de toda la industria de ETF, incluidos patrocinadores de ETF, bolsas, corredores de bolsa, sino también inversores institucionales, reguladores y otros participantes del mercado.

Según un acérrimo asistente al evento, allí tanto los comerciantes, administradores de cartera y asesores del lado comprador, inversores institucionales y asesores financieros tiene la oportunidad de examinar cómo se utilizan, seleccionan y comercializan los ETF y conocer las tendencias regulatorias, de índices y de productos más actuales, como los desarrollos activos, de bitcoin, criptográficos, temáticos y comerciales que están impactando a los inversores.

Gran parte de los asistentes también no dejarán pasar la reunión de la AIER que buceará sobre lo que está haciendo la Fed en cuanto a revisar su marco de política monetaria cuando la última vez que revisó su política fue en 2020. La inflación alcanzó un máximo de 40 años, en marcado contraste con la tendencia por debajo del objetivo antes de la pandemia, por lo que en el evento de AIER intentarán saber qué se ha aprendido y cómo puede mejorar la Fed. Para ello destacados expertos monetarios examinarán la política monetaria de la Fed, pasada y presente, para compartir ideas para mejorar su marco de cara al futuro.

Con información de Ámbito

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