Luis Juez entiende que los radicales que se van con Llaryoya, son todos "4 de copas"

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Tras sus vacaciones en Cancún, decisión que le valió cuestionamientos en la alianza opositora y sonrisas en los cuarteles del schiarettismo, Luis Juez vuelve y retoma su agenda política. Será desde este mismo lunes, en su primer día de vuelta en Córdoba. El entorno del senador asegura que de inmediato se dedicará a la continuidad de su actividad política, ya teñida de proselitismo. “Vamos a seguir trabajando. Vamos a ir cerrando acuerdos y detrás de ello las candidaturas”, afirman. El esquema, que anticipara, mantiene las reuniones con intendentes y jefes comunales que integran la estructura, al menos nominal, de la alianza. Entre esas autoridades municipales están las descontentas por la clausura de la posibilidad de una re-reelección, varias de los cuales han manifestado molestias con la dirigencia de sus partidos.

En nada altera tal tarea la confirmación de la conformación de un bloque de intendentes, en su mayoría radicales, que en las elecciones jugará en el bando de Hacemos por Córdoba (HxC), aún sin integrarse formalmente a ella.

Por el contrario, el juecismo prevé que la confirmación de la fuga de Myrian Prunotto hacia el peronismo cordobés, junto a un número aún no precisado de intendentes, beneficiará a la alianza opositora y generará un serio inconveniente para el armado del oficialismo cordobés.

“Nos hacen un favor. Generan problemas para el peronismo. Cumplen el cupo femenino con una extrapartidaria y postergan a las mujeres peronistas, especialmente a las que quieren ocupar un cargo importante. Eso provoca irritación en muchas. Hacemos por Córdoba tiene intendentas, dirigentes y funcionarias que no van a estar a gusto”, vaticina el operador del Frente Cívico.

Por otra parte, creen que se termina de “blanquear” una situación cuya irresolución genera ruidos en la losa aliancista. Particularmente, en un radicalismo al que sus socios le endilgan la vigencia de internas endémicas.

“Nos limpia el campo: si no están de acuerdo con lo que estamos armando, que se vayan con Llaryora. Quien juega a romper, juega para él. No son dirigentes de primer nivel ni representan grandes distritos. El único es Carlos Briner, pero no se irá del radicalismo. El resto no es conocido, más allá de que con esto quieran levantarles el precio”, vaticina una de las fuentes consultadas.

En ese marco, destacan que Horacio Rodríguez Larreta y su equipo hayan cancelado el encuentro con Prunotto. “Horacio cumplió con lo que se le pidió. Los que quieren romper juegan también para Mauricio Macri, cuyo candidato es Llaryora. Ya tienen un acuerdo. Entonces, el que juega con Llaryora, no puede jugar con Rodríguez Larreta”, hilvanan.

 

Acuerdo
La otra tarea capital que aguarda a Juez en su regreso es la continuidad de las negociaciones, dinámica de tira y afloje, con Rodrigo de Loredo para la definición de las candidaturas que presentará Juntos por el Cambio en las elecciones para renovación de autoridades provinciales de este año, que aún no tienen fecha definida.

 

El exintendente no prevé replantear su postulado: el candidato debe definirse por un consenso respaldado por una batería de encuestas. De tal manera evitarían, ambos, una elección interna de consecuencias imprevisibles y con el temor a una intervención del schiarettismo siempre boyando.

“Habrá una lista única. Confiamos en que habrá acuerdo. Todo se habla. Muchos nos miran a nosotros, pero no preguntan por qué Llaryora es el candidato del oficialismo. Ahí no hubo internas ni discusiones. Se hizo lo que quiso (Juan) Schiaretti”, interpelan las voces del Frente Cívico.

 

La confianza topa hasta aquí con la realidad. La decisión de De Loredo de competir por la gobernación alteró los planes juecistas, que ostentaban una candidatura indiscutida. Desde el lanzamiento del radical se han endurecido las pujas para la firma del reglamento que definirá los modos de elección de las candidaturas del espacio para la provincia y para todas las ciudades donde JxC presente aspirantes. Sin embargo, en el juecismo creen que la salida será a través de la negociación. Recién entonces, admiten, podrá destrabarse la conformación formal de la alianza. “Los papeles no pueden determinar a la política. Por el contrario, el papel será un reflejo de lo que acordemos en discusiones políticas”, arriesgan.

 

Tales discusiones políticas deben también atender otros dos horizontes. Por un lado, la relación con los socios del radicalismo que aún no recelan de su correligionario. Por otro lado, la adhesión que deberá definir a alguno de los precandidatos presidenciales del espacio. Hasta aquí Juez ha alternado guiños a Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, referentes de dos sectores que profundizan sus diferencias en el PRO, halcones y palomas. "Eso será más adelante. Su obsesión es y ha sido la provincia", enmarca uno de sus laderos.

 Con información de Letra P, sobre una nota de Luis ZEGARRA

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