Juan Manuel Llamosas apuesta a ser el socio fuerte del nuevo cordobesismo

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias

Hasta las 48 horas previas al plazo fatal para la presentación de las listas que disputarán las elecciones provinciales, Juan Manuel Llamosas rankeaba alto entre los precandidatos a vicegobernador de Hacemos Unidos por Córdoba. Para muchos, por diversas razones, contaba con las mejores chances para acompañar a Martín Llaryora, candidato indiscutido del cordobesismo.

Su nombre aparecía liderando la lista de postulantes para legisladores por distrito único. Aunque se trate de un lugar codiciado, considerando la dinámica que promueve la existencia de una sola cámara legislativa, las primeras interpretaciones apuntaron a una recategorización perjudicial para el actual intendente de Río Cuarto.


Dado que en política las disquisiciones distan de ser incontrovertibles, desde la misma tarde de aquel viernes una duda recorre los pasillos: aun asumiendo que en el peronismo local rige un criterio de verticalidad que otorga preminencia a la palabra de Juan Schiaretti, en tanto líder, ¿por qué aceptó el riocuartense un rol menor al que aspiraba? ¿Qué obtuvo a cambio, en la inevitable negociación?


“Sí, encabezamos, pero, además, mirá la sábana completa. No hay nadie más de Río Cuarto. Nadie de la ciudad, nadie del departamento. Mirá los que van como legisladores por departamento... Nosotros les dijimos a los intendentes que pongan ellos los nombres. Nadie puede estar disconforme”, hilvana un armador del entorno del exombudsman de la capital alterna.

Las omisiones eximen adjetivaciones. La exclusividad no sólo convierte a Llamosas en referencia unívoca de la segunda ciudad de la provincia y apuntala la necesidad de tener otro hombre fuerte, para emular la exitosa sociedad política entre José Manuel de la Sota y Schiaretti que les permitió tocar el cuarto de siglo en el poder. La selección de intendentes de pequeños distritos (suman poco más de mil habitantes entre ambos) despeja el horizonte de potenciales contendientes: Ricardo Reynoso, intendente de Chaján, y Milena Rosso, exjefa comunal de Suco, son los elegidos para disputar el cupo correspondiente a uno de los departamentos más ricos de Córdoba, tercero en densidad poblacional.

La preponderancia del intendente de la capital alterna de la provincia acaso no necesitaba reconfirmación.

Ofrece cualidades que permitían ubicarlo al tope de las especulaciones. Entre ellas, buena imagen, ascendencia sobre alcaldes vecinos y proyección en una región donde la popularidad de Luis Juez y Rodrigo De Loredo aparecen como una amenaza.

Por si acaso, tal reconfirmación se traducirá en una activa participación en la campaña electoral del oficialismo. El intendente será orador en actos, especialmente aquellos que se realicen en el rico cordón agrícola austral. Así ocurrió ya en el lanzamiento oficial de las listas, el pasado lunes. “Queremos mostrarnos. Vamos a tener protagonismo. Vamos a construir política”, rubrica la fuente.

Tal construcción tiene dos mojones en el horizonte. Uno más preciso, aún sin fecha concreta: 2024, año en que se realizarán las elecciones para renovación de autoridades municipales. Aspiración inherente a sus ambiciones, Llamosas quiere ser quien use la lapicera para definir a su sucesor. La prematura mención de Agustín Calleri ya provocó molestias inesperadas, aun por fuera del redil.

El segundo hito en su proyección tampoco resulta sorprendente, aunque depende de una combinación que requiere más que voluntad. Como tantos dirigentes de una generación que se asoma al recambio de referentes del cordobesismo, el riocuartense aspira al máximo sitial de la política cordobesa. Claro está, el sueño dependerá de una serie de movimientos que deberá encabezar el emergente líder, Martín Llaryora.

Paso a paso
Primero en orear sus aspiraciones a integrar el Ejecutivo, la expectativa del también abogado se basa hoy en dos acciones concurrentes. Por un lado, la ascendente trayectoria del intendente cordobés, a quien algunos ya imaginan disputando la presidencia en pocos años. Si eso ocurriere, quedaría habilitada la puja por la gobernación, para la cual el riocuartense podría contar con dos ventajas: una pulida interacción con su “amigo” y congénere Llaryora; un mayor roce con los actores del poder que tallan en la capital provincial.

A tal tarea ha destinado los últimos meses Llamosas. Personalmente, haciéndose presente en varios actos junto al sanfrancisqueño, emulando proyectos y compartiendo experiencias cruzadas. Sus segundas líneas, participando en eventos organizados por cámaras empresariales, roscas sindicales y, cómo no, actividades organizadas por la Bolsa de Comercio.

Por otro lado, sopesa las cualidades de quienes están junto a él en la grilla de partida. Al afinar la mira, no le escapa un detalle: quien ocupa el número dos al que aspiraba, primera en la línea de sucesión, es Myrian Prunotto, una dirigente extrapartidaria a quien nadie imagina (aún) levantando su apuesta.

La opción por ella dio encarnadura a un supuesto que circuló en las semanas previas al cierre de listas: quienes sean ungidos como vicegobernador y viceintendente no sólo deben ser extrapartidarios, también deben mostrar una mesurada vocación de poder. En palabras de un dirigente de capital, “no podemos elegir a alguien que plante campaña desde el 11 de diciembre”.

“Myrian es una gran dirigente, pero no la imaginamos yendo por más. ¿Vos la ves encolumnando al peronismo detrás? ¿Creés que los peronistas irían con ella? No hay manera. De todos modos, es aún muy prematuro. Lo seguro es que nosotros vamos a seguir construyendo como siempre, con política y gestión”, sentencia el portavoz del autodenominado "imperio".

POR: ZEGARRA, LUIS.

FUENTE: LETRAP.COM.AR

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