Axel Kicillof "escribe en braille" para mandarle un mensaje cifrado a sus aliados más poderosos

La pelea se da en todos los frentes y "Axel está escribiendo en braille", ejemplifica un importante dirigente del peronismo que ya, desde hace tiempo, está dispuesto a hacer todo lo necesario para sacar a Máximo Kirchner y "a los pibes" del manejo del peronismo bonaerense y del resto del país.

Fue uno de los puntos de la reunión del martes por la tarde entre Axel Kicillof, Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis y Fernando Espinoza con Andrés "El Cuervo" Larroque y Carlos "Carli" Bianco. Ninguno invitaría a un cumpleaños al hijo de los dos presidentes. Lo protocolar tenía que ver con la situación provincial y la emergencia social que se avecina. Pero la preocupación también pasaba por cómo iba a moverse el oficialismo bonaerense, que no representa al PJ provincial que preside Máximo Kirchner, de cara al congreso que se realizará el viernes en Ferrocarril Oeste.

"Estamos punteando congresal por congresal. Tenemos que hacer algo que hace rato no se hace. Cambiar a la mayoría de los apoderados", fue la osada postura que están elucubrando. De los cuatro, tres dependen de La Cámpora o sus subsidiarios dentro de la amplitud que representa el peronismo nacional.

El sistema braille no necesita de voz para expresar una postura. Y Axel Kicillof lo está haciendo, en silencio, sin estridencias, pero con una firmeza que aún no le alcanza para erigirse en jefe y empezar a tocar "una nueva canción", como lo pidió en la campaña de 2023 y que tanto malestar le generó a Máximo Kirchner, que le contestó en un acto público realizado pocos días después.

El gobernador, inclusive, empezó a desechar algunos consejos que le brinda directamente Cristina Fernández de Kirchner, algo que hasta hace poco tiempo era imposible de considerar. La primera vez que lo hizo cuando le dijo que no a su pedido para que analice ser el candidato presidencial que reemplazara a Alberto Fernández luego de su mandato presidencial. De ahí en adelante hubo otros "no", más tenues, como la inclusión de algunos amigos de su hijo o de su aliado, Sergio Massa, en lugares claves de los organismos en los que incide directamente.

Hasta el propio Claudio "Chiqui" Tapia habría sido mencionado en alguna de estas charlas para que le devolvieran el manejo directo del Ceamse. El hombre del fútbol parece insaciable, pero ahí quedó ratificada Mónica Capellini, alineada internamente con Ferraresi.

Días atrás se paralizó el nombramiento de Martín Marinucci al frente de Aubasa, la empresa provincial que administra las rutas concesionadas en el interior bonaerense. Marinucci es uno de los representantes más confiables de Sergio Massa en su esquema político. Axel Kicillof le pidió a Katopodis que nombre "a uno tuyo" como mensaje hasta que se vuelva a negociar. El elegido fue el siempre fiel y nada político Guillermo Sauro.

Al parecer, todo se encamina a ubicar un representante bonaerense de pura confianza del gobernador ahí. Algunos indican que podría ser la sobrina nieta de Eva Perón, la actual secretaria General de la Gobernación, Cristina Álvarez Rodríguez. Todo está por confirmarse.

Axel Kicillof, quien pretendía incorporar a todas las corrientes internas del peronismo en el futuro congreso, todavía no pudo convencer a Martín Llaryora para que vuelva al peronismo institucionalizado en el PJ. Mientras este periodista informaba sobre el tema, el propio gobernador le comentó, mientras estaba al aire Paulino Rodrígues, que "no va a estar ni él ni nadie que mande él en la próxima reunión partidaria" ni tienen en mente hacerlo por el momento.

El peronismo se encuentra sin los típicos líderes provinciales de antaño. José Luis Gioja perdió la conducción provincial en San Juan con su pelea personal con Sergio Uñac. El exdiputado nacional presidió el PJ en el peor momento tras la derrota contra Cambiemos. Hoy ya no tiene la edad ni la vitalidad requerida, entienden, para el momento que viene.

El otro que siempre estuvo dispuesto y nadie le reprocha su peronismo, sino todo lo contrario, es Gildo Insfrán, de Formosa. Pero su mala imagen a nivel nacional le baja las chances de conducir el peronismo nacional. Así, como sucede con los dirigentes históricos, sus reemplazos aún "están muy verde", según confiesan todos los consultados.

Mientras tanto, Sergio Massa prepara su propio congreso del Frente Renovador. Será le mismo viernes que se reúnen los primos del peronismo en Ferrocarril Oeste, pero los renovadores lo harán en Parque Norte. Ahí el excandidato presidencial y exministro de Economía se presentará por primera vez en público luego de la derrota de noviembre en el balotaje.

Quienes lo escucharon en los últimos días reconocen que "está muy preocupado por todo". Pero la libertad que tiene lo hace pensar mejor y poner siempre en crisis a sus aliados de Unión por la Patria. Todavía no puede entender como todos los intendentes electos y el propio gobernador no lo hayan reconocido como debieran por semejante elección realizada cuando nadie lo preveía.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM