Comienza la apuesta más fuerte para bajar la inflación

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Comienza este lunes la primera gran apuesta del Gobierno en materia financiera y cambiaria: la fórmula que combina la baja del ritmo de devaluación mensual controlada (crawling peg) del 2 al 1% y la caída de la tasa de interés anual por debajo del 30% anual y con resultado tenuemente positivo en pesos. Con esta combinación, Javier Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, buscan un solo resultado: que la tasa de inflación perfore la barrera del 2% y empiece a arrojar resultados de 1% por delante desde marzo. Y que, en algún mes del primer semestre del año, muestre un cero por delante. Y así hacer más creíble la proyección que se especulaba en el fallido presupuesto 2025 que indicaba un alza del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por debajo del 24%.

Concretamente 18,8%, según la línea fina de la ley que no llegó a tratar (y menos aprobar) el Congreso Nacional. La idea también es que además de la contracción de la tasa de devaluación, vía reducción de la tasa de interés, la baja se traslade a los precios de los créditos a privados; especialmente pymes y particulares para consumo vía prestamos personales o mayo financiamiento de las tarjetas de crédito. Percibe el Palacio de Hacienda que el deslizamiento negativo que vienen sosteniendo las tasas de interés de referencia del Banco Central no tienen correlación con una contracción importante en los costos de los créditos a privados, pese a una demanda creciente. Siendo una gestión libertaria no intervendrá de manera directa. Pero si quiere seguir de cerca la política financiera de movimientos de pesos entre bancos y particulares, para ver porque no hay una mejora en las tasa de interés a particulares. 

Sobre la reducción a la mitad del crawling peg, los informes de este fin de semana de la mayoría de los consultores y analistas, coinciden en que la fórmula podría dar resultado, si se sostienen los parámetros de emisión cero y base monetaria controlada. En este sentido,  el trabajo presentado por la Fundación Capital indica que hay una marcada apuesta oficial a la desinflación durante 2025, “en un año  marcado por las elecciones de medio término”. Según el instituto que maneja Carlos Perez, “nuestro escenario base prevé una nueva  desaceleración de la inflación este año, pudiéndose quebrar la barrera del 2% mensual en la  primera parte del año”. Para conseguir esta meta, a las señales marcadas por la reducción del crawling peg al 1% anual y la reducción de las tasas de interés, En efecto, no sólo recientemente se anunció la reducción en el crawling  peg al 1% mensual, la Fundación Capital suma “que se advierte una política salarial más dura, donde las autoridades no  avalarían paritarias que superen la inflación, cuestiones que vienen a adicionarse a las políticas  fiscal y monetaria restrictivas y una brecha que se mantiene intervenida”. 

Las conclusiones del informe presentado este fin de semana son las siguientes:
Los precios de los servicios continúan evolucionando por encima de los  bienes, por lo que las autoridades buscan balancear la corrección de tarifas de electricidad, gas y  agua, mientras resta alinear los precios de los demás servicios a una expectativa de inflación  menor. 
El 2024 terminó con una inflación del 117,8% interanual, casi 100 puntos por  debajo del año anterior que había exhibido un 211,4%.. Incluso, vale resaltar que el registro  mensual de diciembre (2,7%) en términos anualizados resulta del 38%. Así, el 2024 exhibió un camino de desaceleración inflacionaria, en un marco de fuerte ancla fiscal y monetaria, junto  con un ritmo de deslizamiento cambiario del 2% mensual (crawling peg) y con una actividad  económica en recesión. En el detalle, la núcleo marcó una suba algo menor al nivel general  (105,5% interanual), mientras que los estacionales exhibieron una variación muy por debajo (87,3% interanual), limitados en un año de demanda retraída. En sentido contrario, los precios regulados  destacaron con un alza del 205,9% i.a., en un marco de significativo ajuste. En particular las  tarifas de servicios públicos fueron las que más se acomodaron, entre los que resaltan electricidad, gas y otros combustibles (430% interanual en GBA) y transporte público (308,1% interanual en  GBA), aunque también algunos servicios como prepagas (226,4% interanual en GBA). 
Nuestro escenario base contempla una inflación en torno al 23% interanual en 2025, en  línea con la intención de las autoridades de sostener el sendero de moderación de la inflación en  el marco electoral. En esta dirección, tanto la política cambiaria como la salarial comenzaron el  año operando en este sentido.  
En primer lugar, el crawling peg es un claro inductor de la desinflación.  
La contracara es el proceso de apreciación cambiaria, que continuaría durante 2025.  Vale mencionarse, además, que a fines de diciembre venció el Impuesto País, que podría admitir  una moderación adicional del registro inflacionario por el lado de los bienes o insumos importados.  
Si bien la brecha cambiaria es una de las variables a monitorear, el equipo  económico está dispuesto a contenerla. En este sentido, actualmente rige la restricción cruzada entre el MLC y el CCL, el Banco Central mantiene una intervención directa en dólares financieros  ("emisión cero" desde julio del año pasado), y se sostiene la intervención indirecta vía la oferta  de divisas del dólar blend (20% de las exportaciones). 
En tercer lugar, las autoridades sostendrán la ortodoxia fiscal durante 2025. Ésta fue el  ancla del programa económico y no lo querrán poner en riesgo. En este sentido, para los salarios  del sector público las autoridades ofrecieron una suba del 1% mensual para el primer  cuatrimestre del 2025 (en línea con la pauta que intentan cristalizar), tras pérdidas que  rondaron el 20% real en 2024. No  prevemos una recomposición del salario del sector para el nuevo año. Además, según las propias autoridades se avanzaría en la reducción de los subsidios energéticos en este año (-0,4 puntos del PBI), si bien el impacto en precios lo estimamos limitado. 
En cuanto a la política de ingresos, las autoridades están mostrando mayor presencia en  las negociaciones paritarias del nuevo año. En efecto, han mencionado que no homologarán  acuerdos con aumentos que superen a la inflación, buscando setear las expectativas en un nivel  más bajo. En este sentido, se comienzan a ver ciertas paritarias formales acompañando la pauta  salarial (que empiezan con un 1%), aunque con un contenido real algo distinto 
La política económica se encuentra enfocada en continuar en el camino de  la desaceleración inflacionaria. En nuestro escenario base, el IPC podría quebrar la barrera del  2% mensual en la primera mitad de año. No obstante, el escenario no está exento de desafíos.  Este recorrido requiere no sólo una calma cambiaria, sino también una desaceleración en los  precios de los servicios, que continúan evolucionando por encima de los bienes (4,4% promedio  mensual el último trimestre vs. 1,9%) en un contexto en el que los precios relativos continúan  ajustándose. Las autoridades están balanceando la corrección de tarifas con el objetivo fiscal,  aunque resta alinear los precios de los demás servicios a una expectativa de inflación menor. 
El equipo económico está apostando a un escenario que requiere mantener  la calma cambiaria y la desinflación en el marco electoral. En nuestro escenario base (70% de  probabilidad de ocurrencia hasta las elecciones legislativas) se estima una moderación adicional  del ritmo inflacionario, finalizando el 2025 con un registro anual del 23% dic/dic en un año de  continuación del esquema de política económica.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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