El estruendoso silencio de Kraisman preocupa a toda la Legislatura

Los que conocen el microclima del PJ capitalino admiten que Guillermo Kraisman, el polémico dirigente del peronismo que está detenido en Bouwer por pretender cobrar un millón de pesos con un DNI que no le pertenecía, quiere hablar. Está convencido que tiene en sus manos una bomba de tiempo y cree que las esquirlas de una detonación podrían causar daños propios y colaterales.

Hasta ahí, todo lo que cree Kraisman es cierto. Al punto que, en las últimas semanas, y tal vez de esto también tenga una vasta noción el puntero peronista, cada vez que la prensa indaga sobre cuántos contratados tiene cada legislador en la Unicameral o a qué integrante de la Legislatura pertenecía precisamente el contrato de la empleada “fantasma” la incomodidad y el hermetismo son totales. Como también el dibujo de los números; tanto en el oficialismo como en la oposición.

Ayer, y frente al simple intento de trazar un mapa con los límites de la territorialidad política -que muchas veces en estos casos se borran- para determinar cuántos asesores tiene cada legislador. O cuántos tiene en total el Poder Legislativo provincial, la respuesta en el primer caso fue “cinco por cada parlamentario” y un total de 1072 contratados.

Sin embargo, y con respecto al primer interrogante, también dentro de la Unicameral oficialismo y oposición “cerraron” rápidamente en la confirmación de ese número de ahora en más para toda la prensa. Aunque de a poco algunos reconocieron que hay legisladores que tienen hasta 12 asesores, que depende de qué y cuántas comisiones integre, el lugar del que provenga (cercanía con lagos, el sector productivo, turístico, el agro, etc) y a eso le agregan el resto de las áreas que tiene la Legislatura provincial.

De todas maneras, el tema que desató el último escándalo de Kraisman alteró el arranque del año en todos los frentes. Entre ellos, el oficialismo por la manera en la que reavivó la silenciosa interna entre la vicegobernadora Myrian Prunotto y el jefe del bloque, Miguel Siciliano.

Durmiendo con el enemigo

La frase de Prunotto esta semana en una entrevista en el streaming de El Doce al ser consultada sobre a qué bloque pertenece la empleada dueña del DNI con el que pretendió cobrar Kraisman junto a una empleada municipal reactivó la incomodidad de la titular del Legislativo con el PJ. “Es de nuestro bloque”, dijo Prunotto cuando le preguntaron de dónde era el legislador que tenía a la mujer como empleada.

Algo que en los pasillos de la Unicameral algunos vieron como una devolución a la frase que el fin de semana en Deán Funes había disparado Siciliano cuando acerca del mismo escándalo dijo “son cuestiones administrativas”.

La relación entre los dos nunca fue buena, pero esto avivó las tensiones que se arrastraban desde la última parte del año pasado cuando se empezaron a hacer los primeros palotes de la boleta 2025.

“Se equivocó en cómo respondió. Ella tendría que haber sido más inteligente porque esto salpica para todos lados”, señaló un peronista ayer a este diario. Mientras que, otros en el mismo espacio, sostienen que la vicegobernadora fue “demasiado genuina”.

Y están aquellos que aseguran que Prunotto no sabe el nombre del legislador o legisladora que tenía el contrato de la empleada por la cual quiso cobrar Kraisman; y que “es obvio que es de nuestro bloque”, señalan.

Los que miran por fuera de la tensión entre ambos también reconocen que la tensión existe, y que la declaración de Prunotto fue tan espontánea como innecesaria. “No le habían preguntado nada para que largue eso”, disparan.

El viguismo agazapado

Por su parte, el recorrido del espacio que lidera la senadora Alejandra Vigo en los últimos meses marcó que hay profundas diferencias con el gobernador Martín Llaryora y el Partido Cordobés. La tensión de las últimas semanas del 2024 en la Unicameral cuando el viguismo se negó a votar un proyecto de la ministra Liliana Montero, hasta la ausencia de Vigo el sábado pasado en Deán Funes, tuvieron en el medio el episodio Kraisman.

Y acá, las interpretaciones dentro del PJ capitalino son varias. Desde que era una presa fácil para hacer tropezar en el batallón de la senadora por parte de aquellos que tienen la guardia alta en el oficialismo; hasta que era un jugador que, con el pase en su poder, había decidido cambiar de equipo dentro del peronismo cordobés y ponerse la pechera del Municipio. Como un par de funcionarios de peso dentro de la Ciudad.

Como sea, dentro de la tropa que en su momento abrevaban en el viguismo quedan cuentas pendientes y están quienes creen que Kraisman puede tirar del mantel. Con dardos a la Legislatura y hacia el Gobierno provincial.

Un Puma “arrepentido”

En tanto, ni siquiera los peronistas más optimistas que aún no le sueltan la mano a Kraisman tienen esperanzas en una excarcelación. Pero, el dato que se conoció ayer en El Doce acerca de la posibilidad de acogerse a la figura del arrepentido puede reconfigurar el futuro del dirigente. O, al menos, con eso presiona.

Como dijo otro veterano peronista a este diario “son causas que se resuelven en los despachos de la política, no de la Justicia”.

Por lo que, si Kraisman es aceptado por el fiscal Anticorrupción, Franco Mondino, como un arrepentido en la causa debe aportar información valiosa para la investigación. Y ahí está el temor de varios.

Por último, y casi por esas paradojas de la política cordobesa, Mondino integra el Fuero Anticorrupción desde el 2019. En su momento, cuando fue designado, algunos opositores hoy oficialistas achacaron el pasado del ahora fiscal como… asesor en la Unicameral de la legisladora Graciela Brarda, histórica dirigente de San Justo y cercana al actual gobernador. 

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE SILVA GABRIEL.