Intendentes amenazan a Schiaretti y a JxC con una lista transversal

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Con la discusión por las re-re como punta de lanza, la rebelión intendentista en el sur cordobés intensifica su presión sobre el gobierno de Córdoba, poniendo sobre la mesa naipes amenazantes que se van desenfundando de las mangas cada vez más altas del grupo de jefes y jefas comunales que se disponen a pararse de manos contra las cúpulas partidarias. Ahora, un grupo de municipios del departamento Río Cuarto amenaza con presentar una lista provincial corta que participe de la elección del año próximo por fuera de las grandes estructuras y que garantice una representación legislativa que hoy presumen inexistente.

“No estamos siendo escuchados. Lo intentamos de todas las maneras posibles, pero si la actitud continúa siendo la misma, necesitamos tener nuestra propia representación”, aseguró  uno de los intendentes que participó este martes de la reunión que tuvo lugar en Santa Catalina-Holmberg, la localidad ubicada a 10 kilómetros de la cabecera departamental que gobierna Juan Manuel Llamosas.

El plan de una lista corta, que en principio no tendría candidato a la gobernación y que nuclearía a una parte de la dirigencia del peronismo, el radicalismo y el vecinalismo, empezó a discutirse como una posibilidad concreta en la reunión en la que se reafirmó la idea de volver a presionar a la Legislatura con una nota firmada por intendentes de todo el territorio provincial en la que se pide, una vez más, por el tratamiento legislativo de la norma que habilite a pelear por un tercer mandato.

Sobre la mesa ya empezaron a hacer números. De los 29 municipios que forman el departamento más grande de la provincia, 19 son gobernados por dirigentes que están imposibilitados de ir por un nuevo periodo. Entre ellos se encuentra la ciudad de Río Cuarto, que cuenta con una Carta Orgánica propia que pone un freno propio a una tercera candidatura de Llamosas. “Cuando él asumió en 2016 ya sabía que tenía, como máximo, dos períodos. A nosotros nos cambiaron las reglas con el mandato ya asumido”, señalan en la mesa de intendentes rebeldes que, según estiman, representan una población cercana a las 60 mil personas, 40 mil de las cuales estarían habilitadas para votar el año entrante. “Si nos obligan a ir por nuestra propia vía, crearemos nuestro propio sello y no sé si no metemos un legislador”, aseguran. En total, esas localidades representan alrededor del 30% del padrón departamental, un número nada despreciable, fundamentalmente por su “capacidad de daño”.

 

El esquema legislativo cordobés contempla el ingreso de representantes departamentales que, en la boleta única, aparecen en un tramo diferenciado de aquellos con los que se eligen al titular del Ejecutivo y la lista única para la Legislatura. En un escenario que prevé una elección polarizada, la aparición de una lista que se abogue la representación de un tercio del padrón sin “colgarse” de ninguna de las candidaturas principales, aparece como un dato relevante que en el sur cordobés buscan hacer valer.

 

En este contexto, mientras se mira de reojo las patriadas del radical Luis Azar en Tanti, que dictó una ordenanza municipal que lo habilita a ir por dos mandatos más; y del peronista Sergio Soria, que adelantó las elecciones de San Pedro para el próximo 11 de diciembre; las intenciones de la mesa riocuartense es que la presión se expanda por toda la provincia. El objetivo principal sigue siendo reunir voluntades para lograr la modificación del Código Electoral. Si eso no sucede, nadie garantiza que la propuesta de la conformación de una lista intendentista no empiece a generar vasos comunicantes a lo largo de todo el territorio provincial.

 Conocedor de ese enojo que crece desde el interior, el gobernador Juan Schiaretti ejecutó este miércoles una jugada de pizarrón. Como lo hizo en otras oportunidades, reunió a casi 200 jefes y jefas comunales en un acto que encabezó junto al flamante ministro de Gobierno y Seguridad provincial, Julián López. Si bien el argumento oficial fue la entrega de móviles y kits de videovigilancia, el pasilleo de turno giró en torno a la discusión entre las intendencias y el gobierno provincial. En una sala compartida entre integrantes del oficialismo y la oposición, Schiaretti habló del trabajo en conjunto, que hoy muchas autoridades comunales le recriminan al Panal.

La reunión también fue la antesala de un nuevo encuentro en la Defensoría del Pueblo, donde su titular, Mario Decara, asesora a una parte de la tropa re-reeleccionista, y a un nuevo encuentro del grupo referenciado con Martín Gill, que tendrá lugar este jueves en Marcos Juárez.

 

Mientras, en el sur provincial acusan al schiarettismo por “mandar a vaciar esa reunión” que tendrá como protagonista central al intendente villamariense, que ya se pronunció a favor de abrir la discusión electoral con sus colegas. En el auditorio del Centro Cívico del Bicentenario, López volvió a ser tajante. “Se trata de una ley que se sancionó oportunamente, y en Córdoba hay que respetar las cuestiones institucionales. Es la posición que hemos fijado”, aseguró.

 Fuente: Letra P, Nota de César PUCHETA

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